NUEVA YORK.- Funcionarios del área de salud de la ciudad de Nueva York se apresuraron el jueves a dar explicaciones ante reportes de medios que señalaron que banqueros consiguieron algunas de las escasas vacunas contra la gripe H1N1 a través de sus empleadores.
Miembros del Congreso escribieron cartas donde exigían explicaciones inmediatas y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés) recordaron a los funcionarios de la ciudad sobre la necesidad de garantizar que las personas más vulnerables reciban primero las vacunas.
"Me preocupa que la distribución de la vacuna esté resultando en un trato que favorezca a los más privilegiados", dijo el representante demócrata por Nueva Jersey Frank Pallone.
La escasez de la vacuna contra la gripe H1N1 ha generado nerviosismo, y los departamentos de salud pública a lo largo del país han dicho que no podrán satisfacer la mayor parte de la demanda hasta diciembre o enero.
Los CDC estiman que la gripe porcina ha infectado a más de 5 millones de personas y se ha documentado su responsabilidad en 1.000 muertes.
El Gobierno federal, que está comprando las vacunas y distribuyéndolas de manera gratuita a 62 departamentos de salud de estados y ciudades, dijo que 35,6 millones de dosis han sido fabricadas y despachadas desde que comenzó su producción.
El senador demócrata por Connecticut Chris Dodd envió una carta a la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius, donde se declaraba "atónito" frente a los reportes.
"Le imploro que use toda autoridad que tenga y garantice que las vacunas que ya han sido distribuidas pero no usadas sean redirigidas sin demora a hospitales, escuelas, clínicas comunitarias, clínicas médicas de escuelas, y pedíatras para que ellos puedan ponerlas a disposición de los miembros de la población en mayor situación de riesgo", escribió Dodd.
El director de los CDC, el doctor Thomas Frieden, envió un recordatorio a los departamentos de salud de estados y ciudades que distribuyen la vacuna.
"Le pido a cada uno de ustedes que revise inmediatamente sus planes y que trabaje para asegurar que la mayor cantidad de dosis sean entregadas tan rápido como sea posible a aquellos que están en mayor grado de riesgo", escribió.
Cerca de 160 millones de personas están en los grupos prioritarios que deberían recibir la vacuna primero: empleados de salud, mujeres embarazadas, niños y adultos de menos de 65 años con antecedentes médicos, cuidadores de bebés demasiado pequeños para ser vacunados, y gente de 24 años o más joven.
"Cuando la vacuna contra la H1N1 estuvo disponible por primera vez en el otoño boreal, enviamos todas las dosis disponibles a pedíatras, centros comunitarios de salud, hospitales públicos y privados", dijo en una entrevista telefónica la portavoz del departamento de salud de la ciudad de Nueva York, Jessica Scaperotti.
"A medida que más vacunas estuvieron disponibles, comenzamos a enviar pequeñas órdenes a proveedores que atienden a adultos, incluyendo empleados de centros de salud", explicó Scaperotti.
La funcionaria indicó que la ciudad había dado 800.000 dosis a unos 1.100 proveedores. Por esa acción, por ejemplo, el Lenox Hill Hospital recibió 1.200 dosis y la firma bancaria Goldman Sachs obtuvo 200 de las 5.300 dosis que solicitó.
Scaperotti dijo que 16 de los 25 mayores empleadores de la ciudad tenían la vacuna, incluyendo a Columbia University, Citi Group y otros, así como el Banco de la Reserva Federal, que no está entre los 25 mayores empleadores.
Morgan Stanley dijo que recibió 500 dosis de la vacuna para sus oficinas en la ciudad de Nueva York y 500 dosis para su sede en Westchester, en los suburbios neoyorquinosk.
"Nunca pensamos que recibiríamos las dosis antes que los hospitales del área y, una vez que descubrimos ésto, donamos rápidamente las dosis que recibimos a los hospitales del área", incluyendo el Morgan Stanley Children's Hospital en Nueva York, declaró una portavoz de la compañía.