ISLAMABAD.- El Ejército paquistaní aseguró hoy haber entrado en la localidad de Makeen, el mayor feudo de los talibanes en la región tribal de Waziristán del Sur, donde los últimos combates han causado la muerte de al menos 24 insurgentes.
En un comunicado, el mando militar explicó además que un "terrorista" fue arrestado durante las últimas 24 horas en el marco de la operación “Rah-e-Nijat” (Camino de la Liberación), que se desarrolla por tierra y aire desde hace 20 días en el tercio nororiental de esta zona fronteriza con Afganistán.
"Hoy las fuerzas de seguridad han entrado en Makeen. Una gran parte de la localidad ha sido limpiada (de insurgentes). En el resto continúan las operaciones", expuso el Ejército, el cual detalló que en "los intensos enfrentamientos" registrados en esta zona 21 integristas han perdido la vida, y otros tres en el resto de la provincia.
Makeen está considerado el "nervio central" del movimiento Tehrik-e-Taliban Pakistan (TTP), que aglutina a diversas facciones talibanes del país desde finales de 2007, y en esta población vivía Baitulá Mehsud, líder del grupo hasta principios de agosto, cuando un ataque con misiles de EEUU acabó con su vida.
Según la nota, las fuerzas paquistaníes han destruido la vivienda de Mehsud y han "bloqueado" una importante carretera que une Makeen con las populosas Sararogha y Ladha, otros bastiones insurgentes donde el Ejército aseguró que está consolidando sus posiciones y sigue llevando a cabo ofensivas.
La operación en Waziristán ha sido calificada en círculos periodísticos y políticos como "la madre de todas las batallas", aunque de momento sólo afecta al tercio nororiental de la región, donde cerca de 28.000 soldados hacen frente a una fuerza de unos 10.000 talibanes paquistaníes y combatientes extranjeros.
En las áreas meridionales y fronterizas con Afganistán de esta demarcación, así como en la vecina Waziristán del Norte, las autoridades han llegado a acuerdos de no agresión con los cabecillas insurgentes más influyentes.
Los combates en Waziristán se han cobrado la vida hasta el momento de 443 integristas y 42 soldados, según cálculos militares que carecen de comprobación independiente y no incluyen a civiles.
Al menos 175.000 personas han abandonado sus hogares en esta región desde el pasado mes de junio, cuando el Ejército paquistaní comenzó la "fase preparatoria" de su actual ofensiva.
No obstante, datos provisionales difundidos hoy por la ONU estiman que podrían ascender a 255.000 las personas huidas de los combates.