WASHINGTON.- El Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, asistirá al funeral de las víctimas del tiroteo de ayer en la base militar de Fort Hood, en Texas, informó hoy la Casa Blanca.
Hasta el momento no se ha fijado la fecha para ese funeral, pero se determinará de acuerdo a lo que más convenga a las familias y no al Mandatario, subrayó el portavoz de la Casa Blanca, Robert Gibbs, en su rueda de prensa diaria.
Obama organizará su calendario para la próxima semana de acuerdo con esa ceremonia, indicó.
El Presidente estadounidense tiene previsto trasladarse a Asia el próximo miércoles para una gira de ocho días por Japón, Singapur, China y Corea del Sur, aunque Gibbs no descartó que el viaje pudiera aplazarse debido al funeral.
Obama ordenó hoy que las banderas en los edificios oficiales ondeen a media asta hasta el próximo día 11, en homenaje a las víctimas del tiroteo.
En una breve comparecencia ante los medios en la Rosaleda de la Casa Blanca, Obama instó a los ciudadanos a no "precipitarse a sacar conclusiones" tras el ataque, en el que 13 personas fallecieron y una treintena resultó herida después de que el psiquiatra militar Nidal Malik Hasan, de origen palestino, comenzara a disparar contra otros soldados.
El gobernante estadounidense indicó que se ha abierto una investigación en torno al incidente, especialmente para determinar qué causó que "un individuo abriera fuego contra sus compañeros de armas".
La prensa de Estados Unidos, que explora hoy los motivos que pudieron llevar a Hasan a perpetrar la matanza, apunta a su inminente despliegue en Afganistán como posible detonante de la tragedia.
Hasan, de 39 años, es un experto en trastornos de estrés postraumático que últimamente estaba "muy mortificado" con la idea de ser destinado a Afganistán.
La prensa destaca que Hasan, que tiene grado de mayor, empezó a tener problemas con su pertenencia al Ejército de EE.UU. después de 2001.
Según declaraciones de un primo de Hasan a "The New York Times", el psiquiatra estaba últimamente "mortificado con la idea de ser enviado al frente".
Hasan no manejaba bien los relatos de horror que, como psiquiatra y militar, escuchaba de los compañeros que volvían de las guerras.