GINOWAN. - Varios miles de personas manifestaron este domingo en la isla de Okinawa (sur) contra las base estadounidenses, haciendo monter la tensión en torno a este tema sensible, a unos días de la visita a Tokio del presidente norteamericana Barack Obama.
El nuevo gobierno nipón de centro-izquierda que llegó al poder en septiembre se comprometió a equilibrar las relaciones entre Japón y Estados Unidos, demasiado sometidas a Washington según su punto de vista.
En este contexto, el gobierno japonés cuenta revisar en particular el acuerdo sobre las bases y la presencia de unos 47.000 soldados estadounidenses en Japón.
La administración estadounidense ha excluido toda nueva negociación de este acuerdo firmado en 2006 por la mayoría conservadora de la época y exige que la base aérea de Futenma, situada en plena ciudad de Ginowan, sea reconstruida como estaba previsto de aquí a 2014 en una bahía de Okinawa, a lo que se oponen los ecologistas.
Los habitantes de Ginowan están hartos por las molestias que provocan el ruido de los aviones, la contaminación, los riesgos de accidentes y el aumento de la criminalidad que genera la presencia de la base.
El nuevo gobierno japonés tiene previsto instalar la base en otra parte de Japón e incluso fuera del país.
Obama estára el viernes y el sábado próximos en Tokio.