BUENOS AIRES.- Dos hombres argentinos se casarán la semana próxima en Buenos Aires, en el primer matrimonio legal entre personas del mismo sexo en el país, lo que allanaría el camino para que otras parejas puedan contraer nupcias en la nación sudamericana.
Alex Freyre y José María Di Bello fueron autorizados a casarse la semana pasada por un juez que invalidó una norma vigente que prohíbe que dos personas del mismo sexo puedan casarse, argumentando que es inconstitucional.
Los dos hombres son VIH positivo y planean casarse el 1 de diciembre, el día mundial del sida.
"Estamos muy felices pero también muy nerviosos porque sentimos una enorme responsabilidad. Es un logro histórico que reconoce los derechos de los gays y abre una brecha judicial para remover estas barreras", dijo Freyre.
Argentina se convirtió en el primer país latinoamericano en permitir la unión civil entre personas del mismo sexo en el 2002.
En Buenos Aires y otras ciudades argentinas se admite la unión de personas del mismo sexo, pero excluyendo derechos maritales como el de la adopción.
En la región, Uruguay y la ciudad de México también permiten la unión legal entre personas del mismo sexo. Freyre y Di Bello han intentado casarse varias veces en los últimos años.
El fallo judicial aplica sólo a su caso, pero es probable que aumente la presión sobre legisladores para debatir un proyecto que actualmente está congelado en el Congreso.
Grupos a favor de los derechos de los homosexuales festejaron la decisión judicial como una victoria y esperan que sea el primer paso para convertir a Argentina en el primer país en permitir matrimonios homosexuales en la región.
"Aunque la ley de matrimonio no se ha modificado, es un antecedente muy importante", dijo César Cigliutti, presidente de la Comunidad Homosexual Argentina.
El alcalde de la ciudad de Buenos Aires, Mauricio Macri, dijo que no planea cuestionar el fallo judicial.
La Iglesia Católica criticó la decisión de la justicia y la calificó como una "una sentencia absolutamente ilegal" que "constituye un signo de grave ligereza", asimismo pidió a las autoridades que reconsideren la decisión.
Freyre dijo que espera que el matrimonio le permita disfrutar de los derechos que la ley les concede a las parejas heterosexuales casadas, como derechos de propiedad y la posibilidad de adoptar niños.
"Se inicia una vida conjunta que no estaba en nuestros planes porque la ley no se lo permite a nadie. Es un viento de cambio (...) Estamos construyendo la autoestima para millones de gays y lesbianas de Latinoamérica", dijo Freyre.