WASHINGTON.- La constitución de un gobierno de unidad nacional es clave para salir de la crisis política en Honduras, y por ahora ambas partes no han cumplido con ello, declaró este jueves el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
"La formación de este gobierno de unidad nacional es importante, porque parte de todo este proceso tiene que ver con la reconciliación", declaró Kelly.
"Para que Honduras tenga un gobierno que refleje la voluntad del pueblo, tiene que producirse ese proceso de reconciliación" entre los partidarios del depuesto Presidente Manuel Zelaya y el régimen de facto de Roberto Micheletti, enfatizó Kelly.
Ese fue uno de los puntos importantes que el subsecretario adjunto para América Latina, Craig Kelly, abordó en su visita a Tegucigalpa este martes y miércoles.
La única fecha límite que impuso el Acuerdo de San José/Tegucigalpa fue la creación de un gobierno de unidad nacional el 5 de noviembre, y "ese plazo no se ha cumplido", dijo Ian Kelly, sin mencionar específicamente contra quién iba dirigida la crítica.
Estados Unidos está por otra parte "preocupado por la situación de los derechos humanos" en Honduras, advirtió Kelly.
"La embajada estadounidense en Tegucigalpa está controlando estrechamente la situación", aseguró.
La legación "nos ha informado de un cierto número de acusaciones de detenciones arbitrarias, uso desproporcionado de la fuerza y, en particular, restricciones a la libertad de expresión", añadió Kelly.
Tras el golpe de Estado del 28 de junio, el régimen hondureño impuso por breves periodos un toque de queda y luego un estado de emergencia, al mismo tiempo que cerraba algunos medios de comunicación.
Desde el golpe se han registrado nueve muertos en manifestaciones, 1.228 personas han sido detenidas de manera ilegal, se les ha abierto juicio a 120 personas y 475 personas han sido torturadas, según un Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en Honduras (Cofadeh).