TOKIO- El viceprimer ministro de Japón, Naoto Kan, informó hoy que tras tres años y medio el país ha entrado nuevamente en un proceso de deflación, caracterizado por una caída prolongada de los precios.
También el ministro de Finanzas, Hirohisa Fuji, manifestó su preocupación por el nuevo desplome de los precios. El anterior proceso deflacionario en Japón se prolongó de marzo de 2001 a junio de 2006. Fuji explicó que la adopción de medidas como el aumento del gasto público no basta para revertir la caída de los precios.
Al mismo tiempo, el Banco de Japón decidió mantener sin cambios, en el 0,1 por ciento, su principal tasa de interés. Aun así, el banco central nipón revisó nuevamente al alza, por tercer mes consecutivo, sus previsiones económicas. Según la institución crediticia, el crecimiento de la economía japonesa se debe principalmente a las medidas fiscales adoptadas por Tokio y otros gobiernos.
Al igual que en el pasado, la moderada recuperación de la economía de Japón, la segunda del mundo, están siendo impulsada por las exportaciones y no por una expansión del consumo privado doméstico.
La economía de Japón sigue atravesando una situación dificil, advierte el gobierno en su nuevo informe mensual difundido hoy. Por ejemplo, la situación en el mercado laboral no deja de ser grave, a pesar del inesperado descenso, por segundo mes consecutivo, de la tasa de desempleo, que bajó en septiembre de un 5,5 a un 5,3 por ciento.
La caída del desempleo obedece, según el banco central, al aumento de la producción, que a su vez se debe al crecimiento de las exportaciones.
Tanto las exportaciones como las importaciones de Japón están creciendo como consecuencia del mejoramiento de la situación en los mercados internacionales, especialmente en los países emergentes. El producto interior bruto (PIB) de Japón registró en el tercer trimestre una alza inesperadamente pronunciada, de un 4,8 por ciento en términos interanuales.
El Banco de Japón vaticina que el país atraviese al menos durante tres años una fase de deflación, al tiempo que la economía experimente un crecimiento moderado, que puede llegar al 1,2 por ciento en el ejecicio fiscal 2010/2011, según había comunicado el banco emisor en su último informe semestral, publicado en octubre, sobre las perspectivas económicas y la evolución de los precios. Para el presente año se prevé una caída del PIB de un 3,2 por ciento.