TEGUCIGALPA.- El depuesto Presidente hondureño, Manuel Zelaya, cumple el sábado dos meses refugiado en la embajada de Brasil desde que regresó al país, mientras el mandatario de facto Roberto Micheletti confirmó su retirada temporal del poder entre el 25 de noviembre al 2 de diciembre por las elecciones.
Y es precisamente, el 2 de diciembre, cuando el Congreso -de 128 diputados de cinco partidos- debe resolver también sobre el punto 5 del Acuerdo de Tegucigalpa/San José del 30 de octubre, sobre si restituye al gobernante, derrocado por el golpe de Estado del 28 de junio.
Entre tanto Zelaya permanecerá en la embajada desde donde se refugia desde que regresó clandestino a Honduras el 21 de setiembre, en medio de la estupefacción de las autoridades de facto."
No hay ningún plan distinto a mantenerse en la embajada de Brasil, creo que al menos hasta que pasen las elecciones estará aquí en la embajada, como símbolo", declaró en fecha reciente su asesor Carlos Eduardo Reina vía telefónica.
Tampoco se ha hablado "hasta ahora, en ningún momento, de asilo político", dijo Reina. Sin embargo, el ejército y la policía militarizada hondureños, que han blindado la embajada, han reducido la presión y el hostigamiento de las primeras semanas, con simulacros de asalto, música estridente y zumbidos insoportable.
Ahora, algunas noches usan potentes reflectores de luces para no dejarlos dormir. En la madrugada de este sábado, los militares celebraron una fiesta en una casa vecina, con música estridente y muchas mujeres para marcar esta 'efeméride'.
De 300 personas que entraron con Zelaya en la embajada pese a la represión brutal con bombas lacrimógenas y chorros de agua de tanquetas antimotines, ahora sólo queda una veintena de 20 partidarios, incluyendo a sus asesores.