EAST PROVIDENCE, Rhode Island.- Un mes de duelos verbales entre el representante demócrata Patrick Kennedy y el obispo Thomas Tobin se intensificó hoy, cuando el sacerdote católico admitió haberle pedido al legislador que no tomara la comunión, a causa de su apoyo al derecho al aborto.
El intento del obispo de avergonzar públicamente a Kennedy por su postura hacia el aborto se produce apenas meses después de la muerte del padre del representante, el senador Edward Kennedy. Tobin dijo que en el pasado, el legislador se ha sometido a tratamiento por alcohol y cocaína, y ha estado comportándose imprevisiblemente.
La disputa comenzó en octubre, cuando Kennedy criticó a los obispos católicos del país por amenazar con oponerse a una reforma del sistema de salud a menos que los legisladores incluyesen restricciones más severas al aborto, que ahora han sido añadidas a la versión de la Cámara de Representantes. Tobin dijo que sentía que Kennedy había hecho un ataque no provocado a la Iglesia y demandó una disculpa.
"La cuestión es que, a causa de su obstinado apoyo público al aborto, que claramente contradice la doctrina de la iglesia (...) él no está preparado apropiadamente para recibir la comunión", dijo Tobin en una entrevista. "No existe el derecho a recibir la Santa Comunión", agregó.
La disputa se intensificó luego que Kennedy le dijo al diario "The Providence Journal" en un artículo publicado hoy que Tobin le dijo que no recibiese la comunión. Kennedy además dijo que el obispo les dijo a los sacerdotes de la diócesis que no le diesen comunión, algo que Tobin ha negado.
Kennedy y su portavoz no respondieron a llamadas en busca de declaraciones.
Tobin dijo que él le escribió a Kennedy en febrero de 2007 y le pidió que no recibiese comunión, a causa de su historial de votos en apoyo del derecho al aborto.
El obispo dijo que la misiva fue motivada por una declaración hecha dos meses antes por los obispos católicos del país. Los obispos dijeron que los creyentes que rutinariamente violan las enseñanzas de la iglesia en asuntos morales como el aborto deberían abstenerse de la comunión, el sacramento principal de los católicos.