ASUNCIÓN.- El Presidente paraguayo, Fernando Lugo, un ex obispo católico que enfrenta dos demandas de filiación, se vio envuelto hoy en una nueva polémica luego de que una sobrina afirmara que el Mandatario tendría una hija no reconocida de 22 años.
Lugo reconoció ser el padre de un niño de dos años en abril, concebido cuando aún era sacerdote y, desde entonces, las denuncias de paternidad lo han acosado dañando su imagen de gobernante honesto y afectando su popularidad en su segundo año de mandato.
Mirta Maidana, hija de la Primera Dama y sobrina de Lugo, afirmó a medios locales que la joven de 22 años, a cuya boda el Mandatario asistió el fin de semana, frecuentaba la residencia presidencial y tenía un enorme parecido físico con su tío.
Maidana, quien con frecuencia critica al Presidente porque considera que deja de lado a su familia privilegiando a otros, aseguró que la madre de la joven participaba en eventos familiares junto con Lugo y que todos sabían acerca de la relación.
"Es parecidísima, no va a negar que es su hija porque es la misma cara", dijo Maidana a la radioemisora Caritas. "Ella (la madre) le acompañaba en sus viajes a él, en otras reuniones familiares y sociales. Ella siempre estuvo muy cerca del Presidente y compartió muchos momentos familiares", agregó.
La madre de la joven dijo que se trataba de un asunto privado y se negó a hablar sobre el tema. "Tengo todo el derecho de que esto se mantenga en privado", declaró Teresita de María Rojas al diario "ABC".
El diario "ABC" dijo además que el flamante esposo de la joven, que tiene el apellido de la madre, fue contratado por la Entidad Binacional Yacyretá con un sueldo equivalente a casi cuatro salarios mínimos.
Lugo enfrenta actualmente dos demandas de filiación, la última presentada el mes pasado, que exigen el reconocimiento de dos menores de dos y seis años. Su Gobierno transita un período de inestabilidad por las amenazas de la oposición de iniciar un juicio político.
El abogado de Lugo, Marcos Fariña, dijo que la acusación era una excusa para "embarrar" la imagen del Presidente.