EMOLTV

ONG ayuda a pueblos amazónicos

"Salud y alegría" fue creada en 1984 y está enfocada en dar soluciones de salud a los habitantes de esa zona del planeta.

01 de Diciembre de 2009 | 05:51 | EFE

SANTAREM, Brasil.- Llevar "salud y alegría" a las comunidades más aisladas de la Amazonía es la misión de una ONG brasileña que ha implantado una compleja red de comunicaciones en aldeas remotas y recorre la región con un barco hospital para brindar atención médica a sus habitantes.


La iniciativa nació en 1984 cuando el doctor Eugenio Scannavino, por entonces un joven médico recién graduado, decidió cambiar el bullicio de Río de Janeiro por las voces de la selva y ya nada pudo apartarle de allí.


Tres años después de su llegada a la región, Scannavino fundó "Salud y Alegría", una ONG que comenzó trabajando para 16 comunidades y hoy atiende a cerca de 30.000 personas en la ribera de los ríos Amazonas, Arapiuns y Tapajós, en un área del tamaño de Alemania.


"Salud y Alegría" no se centra solo en un aspecto del desarrollo sino que aboga por abordar las deficiencias comunitarias desde diversos frentes a través de un proyecto integrado con la salud como eje.


"No sirve de nada resolver un problema mientras existen otros al mismo tiempo", explica a Efe Caetano Scannavino, que decidió seguir los pasos de su hermano Eugenio para aplicar en la organización sus conocimientos en el área de la comunicación.


Fruto del esfuerzo de ambos surgió la llamada Red Mocoronga de Comunicación Popular, todo un ejemplo de superación y de lucha por hacer escuchar la voz de aquellos que normalmente son excluidos de los circuitos habituales.


En estos más de 20 años la red Mocoronga (palabra que apela a los nacidos en la zona) ha conseguido organizar pequeños diarios y radios locales en la mayoría de las comunidades, lo que ha permitido establecer un sentimiento de cohesión inédito y un circuito de información entre estos pueblos que hasta entonces permanecían completamente aislados.


Pero además, este entramado comunicativo ejerce un papel mucho más importante, el de preservar la cultura amazónica a través de las grabaciones y testimonios de los más ancianos de cada comunidad, que después son archivadas por la ONG.


"Perder todo ese acervo significaría perder una parte de la cultura de nuestro país", avisa Caetano Scannavino, aunque por el momento ningún organismo gubernamental se ha puesto en contacto con ellos para sistematizar y conservar las cintas.


Sin embargo, la labor de estos dos hermanos no ha parado en estos años, y en 2006 dieron un nuevo paso con la inauguración del barco "Abaré", un hospital ambulante que pasa el año recorriendo de arriba a abajo los márgenes del río Tapajós para ofrecer atención médica a las comunidades.


Con una frecuencia de retorno a cada comunidad de entre 30 y 40 días, el "Abaré" representa todo un oasis de ayuda para estas personas con cerca de 25 médicos voluntarios llegados desde distintos puntos de Brasil que abarcan una gran variedad de especialidades clínicas.


"¿Qué persona en el mundo visita al dentista 12 veces al año? Pues ellos pueden", señala orgulloso el doctor Scannavino, y apunta que el calendario de visita se pacta con las propias comunidades y se decide hasta con un año de antelación.


Pero el barco hospital no es sólo motivo de satisfacción para los pacientes atendidos sino también para los médicos que deciden pasar unos días a bordo del "Abaré".


"Esta es la oportunidad de mi vida", explica la doctora Marcia Yanagi, que envió a sus hijas de vacaciones y dejó su clínica privada en Sao Paulo para pasar diez días atendiendo en este hospital flotante.


"Con el barco, el sueño de las comunidades se ha realizado", cuenta Scannavino. Un sueño compartido por dos hermanos que un día lo dejaron todo para acercar la salud y la alegría al Brasil más remoto y ofrecer un poco de visibilidad a una de las regiones más enigmáticas del planeta.

EL COMENTARISTA OPINA
¿Cómo puedo ser parte del Comentarista Opina?