RÍO DE JANEIRO.- La organización Human Rights Watch (HRW) denunció hoy que la policía de urbes brasileñas como Río de Janeiro y São Paulo asesinó a 11.000 personas en los últimos cinco años y la gran mayoría de los crímenes quedó impune.
"Las cifras en sí son alarmantes. Una cantidad significativa de estas muertes fueron ejecuciones extrajudiciales", dijo el director de HRW para las Américas, el chileno José Miguel Vivanco, en una rueda de prensa en la que presentó un informe que detalla los "recurrentes" excesos cometidos por los policías de las dos mayores ciudades de Brasil.
La organización no gubernamental estudió decenas de informes policiales en detalle y encontró 51 casos con pruebas de que los agentes habían cometido ejecuciones sumarias, incluyendo tiros a quemarropa o en la nuca de los sospechosos.
La policía suele presentar estos casos como tiroteos, aunque las pruebas forenses y las estadísticas contradicen los testimonios policiales, según HRW.
Vivanco afirmó que existe una "desproporción enorme" entre el número de víctimas a manos de la policía, heridos registrados en los tiroteos y muertos del lado de las fuerzas del orden.
Un ejemplo citado en el informe muestra que un batallón de la Policía Militar de São Paulo mató 305 personas en "supuestos" tiroteos entre 2004 y 2008, pero solo hirió a veinte y sufrió una baja, lo que supone una “inversión” del patrón normal en cualquier confrontación armada.
Según el documento, la policía de Río mata a un sospechoso por cada 23 arrestos. En todo Estados Unidos, por ejemplo, por cada muerto en tiroteos policiales hay 37.751 detenciones.
HRW alertó que los cuerpos policiales también "encubren" la acción de los grupos de exterminio, formados por policías en activo y retirados, que se toman la justicia por su mano en muchas áreas pobres de ambas ciudades y son responsables de cientos de asesinatos.
El informe propuso varias medidas para acabar con los abusos policiales, cuya "principal causa" es la falta de rendición de cuentas ante la Justicia, en palabras de Vivanco.
Para ello, la agrupación defensora de derechos humanos sugirió la creación de unidades especializadas dentro de las fiscalías regionales, con policías independientes destinados a investigar los crímenes cometidos por sus colegas de profesión.
"Todos los promotores de justicia nos transmitieron su frustración por la dificultad de investigar este tipo de casos por la falta de recursos y de investigadores especializados", comentó el representante de HRW.