ROMA.- Más de 100.000 funcionarios y estudiantes se manifestaron hoy en varias ciudades de Italia contra la política económica del gobierno de Silvio Berlusconi en materia de contratación laboral y de fondos públicos para la educación y la investigación.
Las manifestaciones, que tuvieron lugar en ciudades como Turín y Milán, en el norte, o Nápoles, en el sur, coincidieron con el día de huelga general del funcionariado convocado para hoy por el sindicato mayoritario Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL).
El centro neurálgico de las protestas estuvo en Roma, donde se llegaron a producir enfrentamientos entre estudiantes y Policía, que intentaba evitar que la manifestación, convocada por varios movimientos estudiantiles y por el propio CGIL, se saliera de los cauces previamente establecidos.
Una parte de las protestas estudiantiles llegó hasta el Ministerio de Educación, mientras que la otra fue hacia el de Economía, ante cuya sede los manifestantes gritaron lemas como "nosotros la crisis no la pagamos" o "dimisión, dimisión".
"Deseo expresar mi lamento al ver que, una vez más, algunas manifestaciones no están dirigidas y coordinadas por los propios estudiantes, sino desde centros sociales y anarquistas", comentó la ministra de Educación, Mariastella Gelmini, en una nota de prensa divulgada hoy.
"Es importante que los jóvenes que expresan una legítima disconformidad sobre las medidas en materia de educación no sean instrumentalizados", concluyó.
Tanto las manifestaciones estudiantiles como las de funcionarios protestan, entre otras cosas, por los presupuestos para el año que viene promovidos por el ministro de Economía, Giulio Tremonti, y que se tramitan ya en el Parlamento italiano.
Los estudiantes consideran que esos presupuestos conllevan importantes recortes de los fondos para la enseñanza y la investigación, mientras que los trabajadores de la administración italiana exigen estabilidad laboral para aquellos con contratos temporales.
EL CGIL, quien cifró en unas 180.000 personas el total de participantes de las manifestaciones de Roma, Nápoles y Milán y que convocó la marcha bajo el lema "Trabajo público y conocimiento, bienes comunes", denuncia además la falta de diálogo con los funcionarios por parte del Ejecutivo de Berlusconi sobre la reforma de la administración pública.
A la huelga de los trabajadores públicos, de ocho horas de duración, se sumaron, según los datos del sindicato, entre el 50 y el 60 por ciento de los funcionarios, cifra que el Ministerio de Administraciones Públicas rebaja al 8,35 por ciento.
Las líneas generales de los presupuestos de Tremonti, quien en los últimos días han sido, incluso, objeto de críticas dentro del Ejecutivo por su excesivo control económico de todos los ministerios, suponen una apuesta clara por la contención en el gasto y por la inversión en infraestructuras y desarrollo.
El ministro de Economía, quien se ha convertido en una de las figuras más destacadas del Ejecutivo de Berlusconi en tiempos de crisis, ha explicado que sólo está dispuesto a aumentar el déficit público para apoyar los expedientes de regulación de empleo temporales.