MÉXICO.- La muerte del principal líder del peligroso cartel mexicano de los hermanos Berltrán Leyva, Arturo Beltrán Leyva, es uno de los mayores golpes del Presidente Felipe Calderón en su guerra contra el narcotráfico, aunque el gobierno ya prevé que desencadenará una ola de violencia por el control del grupo que encabezaba.
"Sin duda el que en un cartel se le pegue al líder es un golpe muy fuerte y esto seguramente obligará a que haya reestructuras, (y) no es descartable que se dé una violencia al interior de ese cartel hasta que se definan las líneas de mando", dijo en rueda de prensa el procurador Arturo Chávez, un día después del enfrentamiento en que infantes de marina asesinaron a Beltrán Leyva, conocido como el "Jefe de jefes".
Añadió que "el debilitamiento de cualquier cartel puede ser interpretado como una oportunidad por un cartel que le esté disputando territorio y si lo advierten débil, probablemente intenten fortalecer acciones para avanzar en territorio o posiciones y esto puede significar enfrentamientos entre ellos".
Beltrán Leyva, también conocido como "El Barbas", fue abatido tras un tiroteo de varias horas en Cuernavaca que también dejó a un infante de marina y seis presuntos sicarios muertos, además de tres personas detenidas.
El "Jefe de jefes" era considerado el principal líder del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, una de las seis grandes organizaciones del narcotráfico reconocidas por el gobierno y considerado como uno de los más violentos en un país que en los últimos años ha visto una escalada de violencia de esas organizaciones.
Chávez dijo que la identidad de Beltrán fue corroborada con fotografías y declaraciones de algunos detenidos, aunque todavía deben realizarse pruebas de ADN, a partir de muestras tomadas de su hermano Alfredo, alias "El Mochomo" y quien fue detenido en enero de 2008 en el estado norteño de Sinaloa, territorio considerado uno de sus bastiones.
El narcotráfico ha dejado miles de asesinados, muchos de ellos mutilados y decapitados en los últimos años. Chávez dijo que en los últimos tres años han muerto más de 15.000 personas como parte de esa violencia.
La operación para dar con Beltrán Leyva estuvo a cargo de la Armada de México, que desplegó a unos 200 infantes para tomar por asalto un lujoso complejo de viviendas de Cuernavaca, capital del estado de Morelos y a unos 55 kilómetros al sur de la ciudad de México.
El portavoz de la Secretaría de Marina, contralmirante José Luis Vergara, dijo que en el operativo se decomisaron 40.000 dólares en efectivo, tres armas largas y dos cortas, además de 400 cartuchos útiles de diferentes calibres.
Desde Copenhague, donde participa en la cumbre de cambio climático, el Presidente mexicano consideró la muerte del capo como "un hecho trascendental" y un "golpe contundente".
"Esta acción se suma a un número importante de logros alcanzados por cada una de las dependencias que componen el gabinete de seguridad del gobierno federal, las cuales han mostrado no sólo un trabajo coordinado y efectivo, sino un profundo compromiso leal con nuestro país", dijo el Mandatario.
Un periodista de AP presente en el lugar de la batalla escuchó una decena de explosiones. El combate duró por lo menos 90 minutos, según los vecinos. Testigos dijeron que los marinos se descolgaron con sogas a los techos de algunos edificios al atardecer.
Esta mañana, los periodistas pudieron entrar brevemente al departamento donde se encontraba el cuerpo de Beltrán Leyva. Tenía heridas en la cabeza y un brazo, y con una mano aferraba un medallón dorado.
"Primero se les dijo que se rindieran, pero no se rindieron y abrieron fuego", dijo uno de los marineros de rostro cubierto con un pasamontañas, al que no se le permitió revelar su nombre.
Durante la batalla, los marinos fueron puerta a puerta a evacuar a los vecinos al gimnasio del complejo, según una mujer que dijo que estaba hablando por teléfono celular con su esposo. No quiso dar su nombre por miedo a represalias.
La ofensiva contra el narcotráfico le ha granjeado a Calderón los elogios de Washington.
La última vez que las autoridades mexicanas abatieron a un importante jefe de la droga fue en 2002, cuando un agente de policía mató a Ramón Arellano Félix, del cartel de Tijuana, en el balneario de Mazatlán.
Beltrán Leyva era uno de cuatro hermanos que se separaron del Cartel de Sinaloa y conformaron una organización propia, que ahora es uno de los seis grandes carteles del narcotráfico identificados por el gobierno.
La agencia antidrogas estadounidense DEA dice que el cartel de los Beltrán Leyva cumple un papel crucial en la importación y distribución de cocaína y heroína en ese país.
Los Beltrán Leyva fueron capaces de infiltrar instituciones encargadas de combatir el narcotráfico, como la Procuraduría General de República (PGR), según reveló una investigación oficial denominada Operación Limpieza, que derivó en la captura de varios agentes y mandos oficiales. Uno de los detenidos fue el ex jefe antidrogas de la Procuraduría, Noé Ramírez.