CARACAS.- El Presidente venezolano, Hugo Chávez, emplazó al fabricante japonés de automóviles Toyota a volver a producir modelos todoterreno en el país -donde son conocidos como "rústicos"- o de lo contrario, marcharse.
"Tienen que fabricar los rústicos y vamos a ponerles una cuota", dijo Chávez durante un acto en Caracas para presentar la filial automotriz de la Corporación de Mercado Socialista (Comerso).
"Espero que cumplan, pero, si no quieren, pues que se vayan, expropiaremos las instalaciones, les pagaremos su valor, porque no robamos, y las pondremos a disposición de los fabricantes chinos, que están deseando venir", señaló.
El gobernante ordenó a Toyota una "inspección muy severa" para aclarar por qué no producen los todoterrenos, que son la forma de transporte público en las zonas marginales, a las que no pueden llegar otros tipos de vehículos.
El gobernante hizo el planteamiento luego que un representante de los choferes que cubren la rutas populares de Caracas denunciara que Toyota había dejado de suministrar los rústicos desde hace seis años, lo que había impedido modernizar sus unidades.
Chávez afirmó que si el fabricante japonés se va, una llamada telefónica bastaría para que de inmediato llegasen los técnicos chinos para ver las instalaciones y planificar los cambios que harían falta para producir a muy corto plazo "los vehículos que Venezuela necesita, no los que nos quieren imponer".
El Presidente amplió su planteamiento al resto de ensambladoras extranjeras que funcionan en el país, básicamente estadounidenses, asiáticas y europeas, y dijo que su ausencia quedaría cubierta con fabricantes de China, Rusia, Bielorrusia o Irán.
Chávez sostuvo que el cambio sería beneficioso para Venezuela, porque los nuevos proveedores no se limitarían a ensamblar vehículos sino que harían una importante transferencia de tecnología, de manera que se terminaría fabricando en el país la mayor parte del automóvil.