LONDRES.- El joven nigeriano que intentó detonar un explosivo en un avión a Detroit tenía prohibido el ingreso a Reino Unido por motivos de seguridad, informaron hoy fuentes del gobierno británico.
Umar Faruk Abdulmutallab, de 23 años, tuvo permiso entre 2005 y 2008 para residir en Gran Bretaña, donde estudiaba ingeniería en el University College de Londes.
Sin embargo, a comienzos de este año las autoridades británicas rechazaron su solicitud para renovar el visado, al estimar que únicamente se había inscrito en otra universidad para guardar las apariencias y no para continuar realmente con sus estudios.
Durante su estancia en Londres el joven había vivido en una casa de su padre, el ex ministro y director de banco en Nigeria Alhaji Umaru Mutallab, quien confirmó la identidad de su hijo, pero no pudo aportar datos sobre el lugar de residencia del joven en los últimos meses.
La vivienda londinese de de Mutallab se encuentra en un barrio diplomático cerca de Oxford Circus. La policía británica continuó hoy sus pesquisas y registró en Londres tres inmuebles pertenecientes a importantes ciudadanos de nacionalidad nigeriana.
Según el diario nigeriano This Day, el padre del joven estaba preocupado por la radicalización de su hijo y hace seis meses reportó sus actividades a la embajada de Estados Unidos en Abuja y a las agencias de seguridad nigerianas. Abdulmutallab se había distanciado de su familia debido a sus "extremistas puntos de vista religiosos". Uno de sus parientes aseguró que temían que hubiese entrado en la secta islamista Boko Haram.
El padre de Abdulmutallab estaba sorprendido de que su hijo haya sido autorizado a viajar a Estados Unidos, pese a sus informes a las autoridades estadounidenses, según el diario. A pesar de no contar ya con permiso de residencia en Gran Bretaña y de estar incluido en una lista de sospechosos de terrorismo, el joven contaba con un visado expedido en la embajada estadounidense de Londres para viajar al país hasta junio de 2010.
Entretanto Abdulmutallab fue acusado formalmente en la noche del sábado de haber intentado perpetrar una ataque terrorista a bordo del avión con destino a Detroit.
La acusación le fue leída en el hospital en el que ha sido tratado de las quemaduras que sufrió al intentar detonar la bomba, formada por pentaeritritol (PETN), una sustancia de alto poder explosivo. El presunto terrorista compareció ante los agentes vistiendo el camisón del hospital y esposado en una silla de ruedas.
El día de Nochebuena Abdulmutallab tomó en Lagos un avión de la compañía holandesa KLM con destino a Amsterdam, donde hizo trasbordo a un Airbus de Delta que partió hacia Detroit con el nigeriano ocupando el asiento número 19A. El billete, que costó 2.831 dólares, fue adquirido ocho días antes en Ghana.
La oficina holandesa para la coordinación antiterrorista aseguró que Abdulmutallab pasó un control de seguridad en el aeropuerto Schiphol de Amsterdam antes de tomar el vuelo para Detroit, sin que se le detertara ninguna sustancia explosiva adhosada al cuerpo. La cadena de televisión estadounidense ABC segura que el joven nigeriano subió a bordo escondiendo la sustancia explosiva adhosada a su pierna.
ABC también informó que, según fuentes gubernamentales, el atentado frustrado fue planeado en Yemen por líderes de Al Qaida. La cadena aseguró además que el detonador de la bomba falló, lo que evitó que se produjera una catástrofe.
El pánico destado tras el presunto intento de atentado provocó que el Departamento de Seguridad Interior norteamericano anunciara el reforzamiento de los controles de seguridad para todos los vuelos.
Así, según informaron compañías como British Airways y Air Canada, los pasajeros de los vuelos con destinos norteamericanos tuvieron que permanecer sentados durante la última hora de viaje y no pudieron acceder a su equipaje de mano. Además durante todo el trayecto no se permitió mantener objetos sobre el regazo.
A poco tiempo de aterrizar en Detroit, Abdulmutallab pasó 20 minutos en el baño. Luego regresó a su asiento diciendo que le dolía el estómago, se cubrió con una manta y encendió el explosivo PETN que llevaba adosado entre las piernas.
Al oír el ruido del explosivo encendiéndose y ver el fuego que salía del asiento del atacante, Jasper Schuringa, un director y productor de video holandés que viajaba un par de filas por detrás, saltó por encima de pasajeros y asientos y se abalanzó sobre él.
