TORONTO.- El Primer Ministro canadiense, Stephen Harper, se vio obligado a tomar la insólita decisión de denunciar ante la policía a una de sus ministras, Helena Guergis, por acusaciones de corrupción contra ella aparecidas en medios de comunicación locales.
La acusación contra la secretaria de Estado, cuyas causas, de momento, no han sido reveladas por el Gobierno, parece estar relacionada inicialmente con turbios manejos de su esposo, el ex diputado Rahim Jaffer, quien fue detenido el pasado año por conducir ebrio y en posesión de cocaína.
Según el periódico "The Toronto Star", la noche que Jaffer fue detenido mantuvo una reunión en Toronto con un turbio empresario a quien le prometió "acceso al primer ministro".
Ayer, un portavoz de Harper negó que Jaffer tuviese acceso privilegiado al Primer Ministro y calificó la idea de que el ex diputado conservador hubiese utilizado sus conexiones con el Gobierno para promover negocios como "absurda".
También ayer, jueves, el Partido Conservador exigió a Jaffer que retirase de su página de Internet, en la que presume de contactos políticos en Ottawa y su experiencia para conseguir subsidios públicos, el logotipo de la formación política.
Harper, quien había defendido a su ministra, afirmó: "Estoy muy decepcionado. Es un día muy triste".
El Premier dijo que en la noche del jueves su oficina supo de "graves acusaciones relacionadas" con Guergis que puso en conocimiento de la policía. Harper no reveló cuáles eran esas acusaciones.
También ayer varios medios de comunicación señalaron que en el vehículo que conducía Jaffer la noche que fue arrestado había tarjetas con el nombre y cargo oficial de su esposa. Jaffer también había enviado correos electrónicos utilizando la cuenta oficial de Guergis y utilizaba un teléfono móvil de su ministerio.
Además de los problemas de su esposo, Guergis se encontraba bajo una creciente presión pública después de que se supiese que hace varias semanas intentó abordar a la fuerza un avión después de llegar tarde al aeropuerto.
