En 1988 Battisti fue juzgado en rebeldía por un tribunal italiano que lo halló culpable de los asesinatos de dos policía, un joyero y un carnicero, perpetrados entre 1977 y 1979.
AFPROMA.- El Gobierno italiano está decidido a recurrir la extradición por parte de Brasil del fugitivo y novelista italiano Cesare Battisti al Tribunal Superior de La Haya, tras la negativa del ahora ex Presidente Luis Inázio "Lula" da Silva de devolverlo a Italia, donde ha sido condenado por terrorismo.
El ministro de Exteriores, Franco Frattini, así lo ha declarado en una entrevista que publica hoy el diario "Corriere della Sera", y en la que asegura también que ya ha sido enviada una carta a la nueva Presidenta de Brasil, Dilma Rouseff, para que reconsidere la postura con respecto a Battisti.
Le insta a Rouseff en la misiva a "revisar la decisión de su predecesor" y a cumplir con la "sentencia del Tribunal Supremo Brasileño" favorable a la extradición del terrorista, condenado a cadena perpetua en Italia por cuatro homicidios perpetrados "en los años del plomo" en la década de los setenta.
En la carta, advierte Frattini que el Gobierno italiano está decidido a agotar todas las vías legales para lograr la extradición en Italia de Battisti, incluido un recurso ante el Tribunal Superior de La Haya.
Además, y después de haber hablado con el Primer Ministro, Silvio Berlusconi, y con el ministro de Defensa, Ignazio La Russa, Frattini ha decidido pedir a la Cámara de los Diputados la congelación del acuerdo estratégico Italia-Brasil que debería ser ratificado este mes de enero.
Un acuerdo de colaboración económica, en el que Italia se comprometía a otorgar a Brasil 5.000 millones de euros (6.700 millones de dólares) para la compra de naves, misiles y radares.
También, el presidente de la República, Giorgio Napolitano, se mostró "desilusionado" por la decisión de Lula que le ha suscitado además "amargura y contrariedad".
El pasado viernes, el todavía Presidente Lula da Silva denegó la extradición de Battisti, lo que dio lugar a una dura reacción de Berlusconi, quien aseguró que se tendrían que dar explicaciones a los familiares de las víctimas, además de subrayar que el caso Battisti no estaba cerrado.
En 1988 Battisti fue juzgado en rebeldía por un tribunal italiano que lo halló culpable de los asesinatos de dos policía, un joyero y un carnicero, perpetrados entre 1977 y 1979.
En el momento de ser procesado Battisti se encontraba en Francia, donde había obtenido el estatus de refugiado político, pero huyó en 2004, cuando el Gobierno galo se disponía a revocar esa condición para entregarlo a Italia.
Desde entonces, Battisti permanecía recluido en una cárcel de Brasilia, desde la que ha clamado su inocencia y ha asegurado ser víctima de "persecución política" por parte del Gobierno italiano.