MANILA.- Al menos diez personas han muerto y 356.000 han resultado damnificadas por las inundaciones y deslizamientos de tierra en el sur y el este de Filipinas causados por las copiosas precipitaciones caídas desde el día 29 de diciembre, informaron hoy fuentes oficiales.
Una parte de las víctimas mortales pereció ahogada y la otra sepultada por los desprendimientos de tierra, como un niño de un año y su hermana de cinco, que perdieron la vida enterrados por el barro en San Bernardo, en la isla de Leyte, a unos
En la misma localidad, el cadáver de otro niño de tres años fue res
El Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres indicó que tienen hasta la fecha 68.498 familias (356.528 personas) afectadas en doce provincias, en algunas de las cuales se ha declarado hoy el estado de calamidad. De los afectados, 12.908 son atendidos en 28 centros de evacuación.
El vicegobernador de Surigao del Sur, Santiago Cane, informó de que al menos tres personas han sido dadas por desaparecidas en su provincia, donde el número de damnificados asciende a 50.000.
Las autoridades en Surigao del Norte estudian hoy la posibilidad de declarar el estado de calamidad en la provincia, donde hasta 300 familias han sido evacuadas de las áreas inundadas.
En total, 32 viviendas han quedado destruidas completamente y otras 17 parcialmente, mientras numerosas carreteras tienen afectado el tránsito rodado a causa de las riadas y los desprendimientos de tierra, según el Consejo Nacional de Gestión y Prevención de Desastres.
Un frente frío proveniente del Pacífico ha provocado las precipitaciones que caen en el este y sur de Filipinas, cuando el país se adentra en la estación seca, que suele arrancar a finales de noviembre y prolongarse hasta mediados de mayo.
Según los meteorólogos, el fenómeno se debe a un cambio en las corrientes de los vientos procedentes del Pacífico Central.