WASHINGTON.- Dos hermanas condenadas a cadena perpetua en Estados Unidos fueron puestas hoy en libertad después de 16 años de prisión con la condición de que una de ellas, Gladys Scott, de 36 años, done un riñón para su hermana gravemente enferma, Jamie, de 38 años.
Sin embargo, la justicia del estado de Mississippi no quiere perdonar la pena de las dos mujeres, sino que, según informan los medios, se habla más bien de una suspensión.
El caso ha sacudido a la opinión pública en Estados Unidos. En diciembre, la gobernadora Haley Barbour suspendió la pena de las dos mujeres. Las hermanas habían sido condenadas a cadena perpetua después de robar en un asalto a mano armada en 1993 apenas 11 dólares.
En realidad, las hermanas Scott podrían haber presentado un pedido de libertad recién en tres años. Entre los motivos para su liberación se especula con que un tratamiento de diálisis en la cárcel es demasiado caro.