ROMA.- El Vaticano baraja los meses de abril y octubre de este año para la ceremonia de beatificación del Papa Juan Pablo II, cuyo decreto podría firmar Benedicto XVI el próximo viernes.
Ese día está previsto que el cardenal prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, Angelo Amato, sea recibido por el Sumo Pontífice, al que entregará toda la documentación del proceso, una vez que los 30 purpurados y obispos que forman parte de ese dicasterio hayan aprobado un milagro por intercesión del fallecido polaco.
Se trata de la curación de la monja francesa Marie Simon Pierre, que padecía desde 2001 Parkinson, la misma enfermedad que tuvo el fallecido Papa.
Varios meses después de la muerte del Prelado, que falleció el 2 de abril de 2005, la monja, que rezaba continuamente al Pontífice, curó de la enfermedad.
Aunque hay catalogados 251 supuestos milagros por intercesión de Wojtyla, el postulador de la causa, el sacerdote polaco Slawomir Oder, eligió la curación de la monja francesa.
La aprobación del milagro por parte de la comisión de cardenales y prelados es el último trámite antes de presentar el caso a Benedicto XVI para su firma.
Fuentes vaticanas dijeron que corresponderá al Papa decidir cuando firmar el decreto, pero que todo da a entender "que ya este fin de semana, presumiblemente ya el viernes" el proceso de beatificación "tomará el impulso definitivo".
Una vez firmado el decreto, sólo faltará decidir la fecha de la beatificación, que según las mismas fuentes y observadores vaticanos puede celebrarse en la plaza de San Pedro del Vaticano en los primeros días de abril, teniendo en cuenta que en ese mes se cumple el sexto aniversario de su muerte, o bien en octubre, en el 33 aniversario de su elección.
Según vaticanistas italianos, abril puede ser demasiado pronto, por cuestiones de logística, ya que son decenas de miles las personas de todo el mundo que desean ir a Roma para participar en la ceremonia de beatificación del Papa polaco y la organización del evento requiere tiempo.
El proceso que llevará a Juan Pablo II a los altares se abrió el 28 de junio de 2005 y comenzó en Roma, ciudad en la que murió y de la que fue obispo durante 26 años y medio.La causa se abrió por deseo de Benedicto XVI, sin esperar a que transcurrieran cinco años de su muerte, como establece el Código de Derecho Canónico y como ocurrió con Madre Teresa de Calcuta.El anuncio fue acogido con gran alegría en el mundo católico, donde aún sigue vivo el grito “súbito santo” (santo ya) que decenas de miles de personas corearon aquel día de abril de 2005.Si finalmente es beatificado en abril, Juan Pablo II puede superar a Madre Teresa, beatificada por él seis años y dos meses después de su muerte.