MELBOURNE.- El estado de alerta se mantiene activo hoy en el este de Australia y decenas de ciudades continúan anegadas tras las copiosas lluvias, que han causado al menos 32 muertos y una docena de desaparecidos desde noviembre.
En Brisbane, la capital del estado de Queensland, los vecinos han colocado sacos de arenas en sus viviendas para frenar la subida de la marea, lo que puede afectar a las zonas bajas de la urbe.
Esta ciudad, la tercera mayor del país, sufrió la semana pasada las peores inundaciones en medio siglo, con 26.000 edificios afectados por el lodazal y 60.000 viviendas y comercios sin luz ni agua.
En el estado de Victoria, en el sureste, las autoridades temen que el alto caudal de los ríos se desborde y anegue Swan Hill, a 340 kilómetros al norte de Melbourne, la capital, así como varias localidades en la ribera del Murray.
Las fuertes precipitaciones afectaron esta semana al 25 por ciento del territorio de Victoria, donde torrentes de agua descienden lentamente por el norte y oeste y mantienen aislados a miles de ciudadanos en decenas de ciudades.
El mal tiempo continúa perdiendo fuerza y, si se cumplen las previsiones meteorológicas, lucirá el sol el fin de semana con temperaturas alrededor de los 28 grados centígrados.
La primera ministra, Julia Gillard, propuso la creación de un impuesto especial para sufragar los gastos de reconstrucción a causa de las inundaciones, cuyos daños se calculan en unos 20.000 millones de dólares (14.867 millones de euros).
"Estoy trabajando en la propuesta ahora y la anunciaré cuando sea el tiempo adecuado", declaró la dirigente a la televisión ABC.
En caso de aprobarse, la medida causará un déficit presupuestario, aunque Gillard se comprometió a recuperar el superávit para el ejercicio 2012-2013.
Australia es el lugar más seco del planeta después de la Antártida y en los últimos años ha padecido una de sus peores sequías.
Sin embargo, el año pasado el país registró su tercer año más húmedo, con la excepción del suroeste, que continuó extremadamente seco.