RIAD.- El Gobierno de Arabia Saudita confirmó hoy domingo que aceptó otorgar asilo al derrocado Mandatario Zine El Abidine Ben Alí, el 14 de enero pasado, con la idea de detener el "derramamiento de sangre" en Túnez.
"Arabia Saudita no toma parte en el conflicto en Túnez, pero quiso contribuir a una solución" al aceptar recibir al ex Presidente que abandonó precipitadamente el cargo bajo la presión popular, declaró el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores, Usama Nogali.
Aseguró que las autoridades de Ryad quisieron "contribuir a desactivar la crisis y detener el derramamiento de sangre del pueblo tunecino". Según la ONU la revuelta popular en Túnez dejó unos 100 muertos.
El portavoz insistió en que la posición del reino es que el ex Presidente tunecino, quien se refugió con algunos miembros de su familia en Yeda, "no puede tener ninguna actividad política".
"Las leyes del reino no permiten a sus invitados llevar a cabo ningún tipo de actividad política", recordó.
El opositor tunecino Moncef Marzuki pidió a Arabia Saudita que entregara a Ben Alí a la justicia tunecina.
Arabia Saudita acogió anteriormente a otros dirigentes exiliados, como el ex dictador ugandés Idi Amin Dada y el ex Primer Ministro paquistaní Nawaz Sharif.