LA HABANA.- No pasó inadvertida para Fidel Castro la visita a América Latina anunciada por Barack Obama. En la última de sus "Reflexiones", el ex líder cubano hizo un análisis de lo que le espera al Presidente de Estados Unidos en Chile, Brasil y El Salvador.
En el texto, titulado "El Estado de la Unión", el ex Gobernante isleño asegura que su viaje "se complicará" en Santiago, donde "es de suponer que 'alguien' debe rendir tributo a Salvador Allende y los miles de chilenos asesinados por la tiranía de (Augusto) Pinochet".
En ese sentido, reiteró que "Estados Unidos impuso a Chile" el gobierno militar, liderado por el fallecido ex general.
Respecto a su visita a Brasil, sostuvo que en dicho país Obama podrá apreciar los estragos de las lluvias y será "ocasión propicia para autocriticar" el hecho de que Washington no suscribió el acuerdo de Kioto.
Sin embargo, es en El Salvador donde enfrentará una "situación embarazosa" por los "crímenes" que su país "patrocinó contra los combatientes del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN)", organización que pasó de guerrilla a partido político y está ahora en el Gobierno.
"Difícil que Dios pueda bendecir tanta mentira" de Obama
En su revisión del discurso que el Mandatario estadounidense hizo ante el Congreso, Castro dijo que éste fue una "encendida perorata" y un "delirante mensaje" con mentiras.
"Es difícil que Dios pueda bendecir tanta mentira", aseveró, tras reproducir el final del discurso que Obama concluyó con la frase "que Dios bendiga a Estados Unidos de Norteamérica".
Para el líder cubano, el mensaje sobre el Estado de la Unión "merece un análisis político y ético" porque "Estados Unidos es una superpotencia de la que, con independencia del Presidente y el Congreso, depende, entre otros importantes factores, el destino de la especie humana".
En ese sentido, recordó que Obama está "envuelto en un proceso electoral" y "tiene que hablar" para "cada ciudadano y su opuesto" en EE.UU. "para terminar clamando que todos son norteamericanos, como si el 95,5 por ciento, es decir, el resto de los 6.900 millones de habitantes del planeta, no existieran".
Entre sus críticas al tono con el que Obama se refiere a la historia y el futuro de EE.UU., indica que omite temas como el de los monopolios que "controlan y saquean" los recursos del planeta, el acuerdo de Bretton Woods, o la "colosal estafa" que Washington realizó en 1971 al suspender "unilateralmente la conversión del dólar en oro".
"Obama gusta de relatar, en cambio, historias líricas sobre pequeños empresarios que supuestamente deslumbran, embelesan y conmueven a los oyentes que no estén advertidos de la realidad (...) Su oratoria, su estilo y su tono parecen diseñados para escuchar, como niños disciplinados, sus conmovedores cuentos", concluyó.