TÚNEZ.- La revolución tunecina dejó más víctimas mortales de las que se creía hasta ahora, según las últimas informaciones de la Organización de Naciones Unidas (ONU), que habló hoy de 219 muertos desde que se desataran las protestas a mediados de diciembre.
Una tercera parte de ellos habría perecido en incendios en prisiones. La cifra de heridos supera los 500, informó una delegación del Alto Comisionado para los Derechos Humanos desde la capital del país.
Y se trata aún de datos provisionales, matizó el jefe de la delegación de Naciones Unidas Bacre Ndiaye.
Entre tanto, en el país norafricano continuaron los incidentes. En Gabs, a unos 500 kilómetros al sur de la capital, desconocidos incendiaron una sinagoga en la noche del lunes, según confirmó Trabelsi Perez, que dirige la comunidad judía en la isla de Yerba.
La identidad de los autores aún se desconoce y tampoco está claro si el hecho tiene relación con las protestas contra el gobierno de transición.
En Kasserine, donde hubo numerosos muertos durante las protestas, se volvieron a producir el lunes disturbios. Algunos manifestantes asaltaron un edificio del gobierno y una escuela.
La Justicia francesa incautó entre tanto de un avión privado en el aeropuerto parisino de Le Bourget que pertenecía a un miembro de la familia del derrocado Presidente tunecino Zine el Abidine Ben Alí.