MUNICH.- Alemania y Reino Unido instaron, hoy sábado, a Egipto a cambiar de líderes rápidamente, pero pidieron que el país árabe se tomara su tiempo para efectuar el proceso de elecciones, indicando que había que fomentar la tolerancia para que la democracia prevalezca.
La canciller alemana, Angela Merkel; el primer ministro británico, David Cameron; y el presidente del Consejo Europeo, Herman van Rompuy, reiteraron sus demandas de una rápida "transición", una frase que se ha convertido en una palabra clave de la diplomacia para la dimisión del presidente Hosni Mubarak tras 30 años de autocracia respaldada por el Ejército.
"Creo que unas elecciones muy rápidas al principio de un proceso de democratización serían equivocadas", dijo Merkel en la misma reunión, citando su propia experiencia como activista pro-democracia en 1989, cuando cayó el Muro de Berlín.
"Si primero hay unas elecciones, las nuevas estructuras (del diálogo político y la toma de decisiones) no tienen oportunidad de desarrollarse", añadió.
"No creo que resolvamos los problemas del mundo propiciando un cambio de golpe y celebrando elecciones. Egipto es un ejemplo de referencia", dijo Cameron en una conferencia de seguridad en Múnich.
Mubarak, que ha prometido dimitir en septiembre, dijo el jueves que creía que Egipto caería en el caos si él cediera a las demandas de los manifestantes, que llevan dos semanas de revueltas sin precedentes para exigir su dimisión inmediata.
Cameron dijo que una transición hacia un nuevo liderazgo y la reforma política en Egipto es esencial, porque un retraso daría como resultado un país inestable al que Occidente no puede apoyar.
La Hermandad Musulmana dice que, si les dieran la opción de elegir, la mayoría de los 80 millones de egipcios optaría por una forma de ley islámica, aunque públicamente se comprometen con el pluralismo político.
Analistas políticos dicen que la cautela europea respecto a unas elecciones libres en Egipto será vista por muchos en Oriente Medio como una prueba de la ansiedad occidental ante la posibilidad de que islamistas lleguen al poder en el país más poblado del mundo árabe.