BELGRADO.- Las autoridades serbias han mostrado su confianza en que el próximo marzo comience el diálogo entre Belgrado y Pristina sobre la situación en Kosovo, el que está impulsado por la Unión Europea (UE).
El secretario de Estado para Kosovo, Oliver Ivanovic, declaró que la fecha de la primera reunión podría fijarse para marzo, una vez que se haya formado el nuevo Gobierno kosovar, salido de las elecciones de diciembre.
"Creo que en unos 15 ó 20 días, o en un mes, es decir durante marzo, podríamos esperar una primera reunión", indicó Ivanovic.
Recalcó que hay un gran interés en los Balcanes y en Bruselas para que se entablen esas conversaciones, y agregó que las autoridades de Pristina "deberían tomar este asunto muy en serio y ponerlo como prioritario".
En septiembre pasado, Serbia consensuó con la UE una resolución para intentar normalizar la situación entre Belgrado y su ex provincia, que en 2008 declaró su independencia de forma unilateral, después de que la Corte Internacional de Justicia opinara que la independencia de Kosovo no contravino el derecho internacional.
Ivanovic dijo que, "en esta situación, Bruselas es el único lugar que podría imaginarse para las conversaciones", al explicar que los representantes serbios no irían a Pristina para asistir a una reunión organizada por "las autoridades que representan el Estado independiente de Kosovo", un estatus que, recordó, Serbia no acepta.
Declaró además que aún no han sido definidos los temas que se abordarían, aunque adelantó que se empezaría con asuntos como el de los desaparecidos durante la guerra de 1998 y 1999, la libertad de movimientos, la telefonía, la energía eléctrica y el uso de matrículas para vehículos.
"Posiblemente, (las conversaciones) estarán divididas en varios segmentos, y los temas definitivos y difíciles se dejarían para el final", manifestó.
"El estatuto (de Kosovo) está por todas partes aunque no se mencionará de forma explícita, al menos en las primeras reuniones", afirmó.
La independencia de Kosovo ha sido reconocida por más de 70 países, entre ellos Estados Unidos y la mayoría de los socios de la UE, pero no por España, Rusia, China, Brasil e India, entre otros.