LONDRES.- El equipo legal del fundador de Wikileaks, Julian Assange, pidió hoy lunes al tribunal londinense de Woolwich, donde compareció, que no autorice la extradición de su cliente a Suecia -país que le reclama por presuntos delitos sexuales-, porque entiende que no hay garantías de que allí fuera a tener un juicio justo.
El principal abogado de Assange, Geoffrey Robertson, dijo que además existe "un riesgo real" de que Estocolmo le acabe entregando a Estados Unidos, sea porque cede a eventuales presiones o porque "ingenuamente" se deja convencer por promesas diplomáticas de que se respetarán sus derechos.
Según el letrado, si Assange es extraditado a Washington, corre el peligro de que se le imponga la pena capital por delitos de espionaje.
En cuanto a las cuestiones formales, Robertson cuestionó la competencia de Nye para emitir una orden europea de arresto, señalando que había cometido un "abuso de proceso" al emplear ese recurso en un caso en el que el sospechoso ni siquiera ha sido acusado.
Además, subrayó que los cuatro cargos que pesan sobre Assange -de abuso sexual y coacción (la acusación habla de violación menor) a dos mujeres suecas el pasado agosto- no se consideran actos criminales en el Reino Unido, por lo que no justifican la extradición.
"Caja negra"
Al término de la jornada, Assange hizo unas breves declaraciones a la prensa en las que dijo que en los últimos meses se le había encerrado en "una caja negra" con la etiqueta de "violación".
Afirmó que, gracias a un proceso judicial abierto en el Reino Unido, la caja estaba siendo por fin abierta, y expresó su seguridad de que mañana mismo podrá demostrarse que estaba "vacía" y que "no tiene nada que ver con lo que decía en su exterior".
Está previsto que el proceso de extradición acabe mañana, tras celebrarse una segunda vista, pero se desconoce si el juez Howard Roddle emitirá entonces su veredicto.