BANGKOK.- El jefe del Ejército de Tailandia, general Prayuth Chan-ocha, visitó hoy la zona de la frontera que se disputa con Tailandia, donde el fin de semana se produjeron cinco muertos en los choques entre las tropas de ambos países.
Chan-ocha y el ministro de Defensa tailandés, viajaron a la provincia de Si Sa Ket por primera vez desde la escalada de las hostilidades y ofrecieron su apoyo a los residentes que han huido de sus casas por temor a las bombas camboyanas.
El alto mando militar aseguró a los medios locales que hará todo lo posible por restablecer la paz en la región y reconoció que le preocupa que la alianza nacionalista de los "camisas amarillas" haya amenazado con ir a la frontera.
Algunos "camisas amarillas", que llevan dos semanas atrincherados delante del palacio gubernamental en Bangkok para pedir más dureza con Camboya, se plantean marchar hacia Si Sa Ket para presionar al Gobierno, lo que podría elevar aún más la tensión en la zona.
En tanto, la zona se mantiene por segundo día consecutivo en una calma tensa después de los últimos enfrentamientos del lunes.
Tailandia reforzó ayer su despliegue en la frontera pese al alto el fuego pactado entre ambas partes y a los esfuerzos de mediación de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático.
Decenas de miles de residentes de ambos países han abandonado el paso, por el que Camboya y Tailandia arrastran el conflicto desde 2008, cuando la Unesco reconoció el templo milenario de Preah Vihear como Patrimonio de la Humanidad dentro de territorio camboyano.
Bangkok lo admite, tal y como decretó en 1962 el Tribunal de La Haya, pero reclama su soberanía sobre una extensión de algo más de 6 kilómetros cuadrados en los alrededores.