BANGKOK.- Tailandia expresó hoy su rechazo a una visita que la Unesco planea realizar a la frontera entre ese país y Camboya para inspeccionar un templo hindú del siglo XI que sufrió daños la semana pasada durante enfrentamientos entre soldados de los dos países vecinos.
El ministro tailandés de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Suwit Khunkitti, dijo que no ve la necesidad de que la UNESCO (Organización de Naciones unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) envíe a un representante al templo "en este momento delicado".
Suwit es el principal negociador del gobierno tailandés con la Unesco en la disputa sobre el templo, llamado Preah Vihear en Camboya y Phra Viharn en Tailandia, que fue declarado patrimonio de la Humanidad en 2008.
"Si van a enviar a alguien, necesitan el permiso de Tailandia. De lo contrario, la Unesco estaría demostrando que no es neutral en la disputa", afirmó Suwit.
Actualmente, el único acceso al templo está situado al lado camboyano.
Una visita al templo solo es posible entrando en un área adyacente de 4,6 kilómetros cuadrados que es reclamado tanto por Tailandia como por Camboya.
Según Tailandia, el origen del conflicto fronterizo con Camboya reside en la decisión de la Unesco de incluir el templo en su lista de monumentos declarados Patrimonio de la Humanidad.
La directora general de la Unesco, Irina Bokova, anunció el pasado martes que enviaría lo antes posible una misión al templo.
Entre el viernes y el lunes pasados, soldados de Tailandia y Camboya intercambiaron disparos en los alrededores del templo.
Al menos tres tailandeses y cinco camboyanos murieron, mientras que unas 25.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares.
El gobierno de Bangkok acusa a Camboya de utilizar el complejo monumental como base para lanzar ataques contra territorio tailandés, extremo que rechaza el gobierno de Phnom Penh.
Tailandia propone una solución bilateral del conflicto, mientras que Camboya pide una intervención del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y la Unesco.
El origen de la disputa se remonta a 1962, cuando la Corte Internacional de Justicia emitió un fallo favorable a Camboya.
Sin embargo, el dictamen no definió la demarcación de la frontera. El actual conflicto no está centrado en el templo, sino en el área adyacente.