LISBOA.- El hallazgo de una anciana fallecida en su domicilio hace nueve años sorprendió hoy jueves a Portugal, ante el largo desenlace de un caso que refleja la soledad en la que viven en el país muchas personas de avanzada edad.
El cuerpo de Augusta Duarte Martinho, que el próximo sábado cumpliría 96 años, fue encontrado por las autoridades lusas el miércoles en su domicilio de Rio de Mouro, a las afueras de Lisboa, en avanzado estado de descomposición.
La Policía, un funcionario del Ministerio de Finanzas y la futura propietaria del inmueble hallaron en la cocina el cadáver de la anciana, que vivía en el edificio desde hacía más de 30 años.
Duarte Martinho había sido vista con vida por última vez en agosto de 2002, cuando pagó las cuotas de la comunidad de vecinos, y su repentina desaparición alertó a una vecina y a uno de sus cinco sobrinos, sus únicos familiares.
A pesar de que ambos denunciaron su desaparición ante las autoridades, la prensa local informó de que la policía nunca llegó a investigar por la falta de pruebas evidentes, como la ausencia del mal olor característico de los cuerpos en descomposición.