BEIJING.- Las autoridades chinas ofrecieron dinero a un grupo de activistas para que dejaran de divulgar información sobre las revueltas en favor de la democracia en Egipto y Túnez y evitar así que se extiendan por el país asiático.
"Nos están ofreciendo dinero para que dejemos de difundir información sobre temas como el de Egipto, Túnez y otros relacionados con los derechos humanos", aseguró Chen Xi, activista político de la provincia sudoccidental china de Guizhou.
Chen y otra decena de disidentes fueron abordados por las fuerzas de seguridad esta semana en el parque Qianling, situado en Guiyang, cuando repartían folletos con información de internet y de la prensa internacional sobre las revueltas populares pro democracia en Egipto, censurada parcialmente por Beijjing.
"La mayoría de chinos no tiene acceso a la información real sobre la situación en Egipto y tampoco disponen de medios para saltarse la censura", explicó Chen, por lo que su grupo lleva a cabo estas actividades divulgativas en todo el país.
Los efectivos policiales pidieron al grupo que dejaran de repartir esos folletos porque era un "momento inusual", y a cambio les ofrecieron unos 3.000 yuanes (455 dólares) para "cubrir gastos" de impresión.
El líder, un activista de 72 años llamado Mi Chongbiao, se negó a aceptarlos, pero tampoco se produjeron detenciones, sino que la Policía impidió que los agitadores continuaran con su labor.
El activista Chen explicó que él y sus compañeros forman parte de lo que llaman un "comité de derechos humanos", y que tanto en Guizhou como en otras provincias chinas, como Shanxi, Beijing, Cantón o Guangxi Zhuang, llevan a cabo estas actividades informativas que son "toleradas" por las fuerzas de seguridad.