BRASILIA.- Una joven novia fue secuestrada en las puertas de una iglesia de la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil, minutos antes de llegar al altar, pero para su fortuna y la de su prometido, fue liberada poco después y consiguió casarse.
El hecho ocurrió cuando Mariele Correa llegó al templo en un automóvil junto a una dama de honor de diez años y una pareja de amigos.
En ese momento, unos asaltantes tomaron el vehículo y se lo llevaron con todos sus ocupantes.
Según el relato de la novia al sitio de O Globo, mientras circulaban por la ciudad ella les preguntó: "¿Me van a dejar casar?".
"El me miró y me dijo que mi novio ya era viudo", contó la joven, que veinte minutos después fue liberada con el resto de los rehenes, aunque se quedaron sin auto, joyas ni dinero.
Acompañada de la pequeña dama de honor, la novia entró entonces en una casa y pidió ayuda para avisar lo sucedido al novio, el guardia municipal Glaucio Luiz Correa, quien pensó que el episodio había sido una broma pesada.
"Estaba esperando un atraso, cuando me llamaron diciendo que ella había sido secuestrada. Descolgué el teléfono pensando que era una broma", narró Correa al sitio informativo G1.
La novia finalmente se subió a un taxi, volvió a la iglesia y se casó dos horas después de lo previsto. "Imaginamos que el día de la boda sería perfecto, lo planificamos todo. Cuando el asalto acabó, solo pensé: 'Quiero casarme'", confesó ella.
Los hechos ocurrieron el 22 de enero, pero salió a la luz después que el sacerdote responsable de la iglesia iniciara una campaña contra la violencia.
La policía califica este tipo de delito como "secuestro relámpago", que consiste en retener a las víctimas por unas horas, durante las cuales aprovechan para vaciar sus tarjetas de crédito, cobrar cheques en el banco y llevarse lo que consiguen de valor.