EL CAIRO.- Tras la dimisión del Presidente egipcio Hosni Mubarak, el Alto Consejo de las Fuerzas Armadas confirmó hoy viernes que asumirá el mando en el país, aunque aclaró que no será una alternativa al cambio de gobierno exigido por los opositores desde el 25 de enero.
Mediante un comunicado, aseguró que no reemplazará "la legitimidad querida por el pueblo", al tiempo que subrayó que los altos mandos se proponen cumplir con la voluntad de la población.
"Sabemos el alcance de la gravedad y seriedad de este problema y las demandas del pueblo para iniciar cambios radicales (...) El Consejo Superior militar está estudiando este tema para cumplir con las esperanzas de nuestro gran pueblo", señaló.
Una vez determinado lo anterior, precisa el comunicado, la instancia militar "emitirá una declaración delineando los pasos y los procedimientos y directrices que serán adoptados".
En el documento, las Fuerzas Armadas presentaron su agradecimiento a Mubarak, quien "ha dado a la nación en tiempo de guerra y en tiempo de paz", destacando además su "actitud patriótica que hizo prevalecer los intereses superiores de la nación".
Por último, la institución "recordó a los mártires" que perdieron la vida en los 18 días de protestas en las distintas ciudades del país norafricano.
Como reacio a los cambios profundos es definido el jefe de Consejo Superior de las Fuerzas Armadas y actual ministro de Defensa egipcio, Mohamed Hussein Tantawi.
El rostro detrás de la institución, a sus 75 años, es oficial del Ejército de tierra, que participó en los conflictos de 1956 (canal de Suez), 1967 (guerra de seis días) y 1973 (guerra del kipur).
La rama castrense que dirige recibe ayuda de Estados Unidos desde los acuerdos de paz con Israel en 1979. Washington le otorga actualmente 1.300 millones de dólares de asistencia anuales.