NUEVO LAREDO.- Una serie de ataques de hombres armados, contra un autobús, otro vehículo y edificios públicos, dejaron 18 muertos la madrugada del lunes en un pueblo del estado mexicano de Tamaulipas, fronterizo con Estados Unidos, convulsionado por la violencia del narcotráfico.
El gobierno de Tamaulipas reportó en un comunicado que los ataques ocurrieron en el poblado de Padilla, donde fueron asesinados "cinco habitantes de dicho municipio, (otras) cinco personas que transitaban en un vehículo de su propiedad y una persona que viajaba" en un autobús.
La misma noche, "los cuerpos sin vida de siete personas" fueron arrojados en la plaza central de Padilla y también fueron atacadas las sedes de la alcaldía, una comisaría y un juzgado, según el texto oficial.
El poblado, de unos 15.000 habitantes y situado unos 300 km al sur de la frontera con Estados Unidos, se encuentra atemorizado tras los tiroteos entre grupos armados sin identificar, señalaron en forma coincidente varios medios mexicanos.
Entre los fallecidos de este lunes en Padilla, hubo al menos tres menores y mujeres ajenos a los enfrentamientos, de acuerdo con la agencia de noticias estatal Notimex.
El diario Reforma señaló, citando a testigos que no identificó, que la violencia en Padilla arrancó cuando un grupo armado a bordo de camionetas disparó contra un autobús que cubría la ruta entre Ciudad Victoria (capital estatal) y Matamoros, en la frontera con Estados Unidos, matando a una pasajera.
Posteriormente los sicarios utilizaron el vehículo atacado para bloquear la entrada del pueblo e impedir el acceso del Ejército y la policía.
En ese momento se habrían registrado balaceras entre hombres armados y los ataques a las sedes de la alcaldía y una comisaría y juzgado de Padilla, ubicado 40 km al norte de Ciudad Victoria.