MANILA.- El vicepresidente de Filipinas, Jejomar Binay, pidió hoy una pena menos severa para tres compatriotas condenados a muerte por tráfico de heroína en China, porque considera que son "víctimas" de las bandas interrnacionales de narcotraficantes.
"Nos oponemos al tráfico de drogas, sin embargo, creemos que estos filipinos fueron víctimas de los grupos internacionales de narcotráfico", dijo en un comunicado Binay, quien esta mañana embarcó en un avión hacia Pekín para interceder por los condenados.
El vicepresidente filipino explicó que, durante su estancia en China, se reunirá con el presidente del Tribunal Supremo chino, Wang Shengjun, y con otros altos cargos del Gobierno, a los que transmitirá su petición de clemencia.
Binay indicó que la visita es posible debido a las buenas relaciones con las autoridades chinas, que ayer autorizaron la entrada en el país de la delegación filipina, tras negar durante semanas su proposición de viajar a China para interceder por los condenados a muerte.
Dos de los condenados, un filipino de 42 años y otro de 32, serán ejecutados el lunes próximo en la ciudad sureña de Xiamen, mientras que una filipina de 38 años se enfrentará a la pena capital el martes en la ciudad de Shenzhen, si las autoridades chinas no conmutan la pena.
El Gobierno filipino insiste en que los tres filipinos, condenados a muerte en tres juicios separados en 2008, fueron utilizados como "mulas" por narcotraficantes internacionales y, por tanto, sólo deberían ser condenados a penas de prisión.
China es el país donde más sentencias de muerte se dictan cada año, con un número ligeramente superior a 1.000 ejecuciones, pero la cifra real podría superar los 8.000 según filtraciones de los propios legisladores chinos.
