WASHINGTON.- Estados Unidos estaba este viernes enfrascado en una confrontación con los líderes palestinos, que han recurrido a la ONU para condenar la colonización israelí en los territorios ocupados, lo que supone un nuevo revés a los esfuerzos estadounidenses por conseguir la paz.
Pese a las intensas negociaciones del Presidente estadounidense, Barack Obama, y de la secretaria de Estado, Hillary Clinton, los palestinos rechazaron retroceder en su decisión de forzar una votación del Consejo de Seguridad de la ONU sobre la construcción ilegal de colonias israelíes.
Washington esperaba evitar una votación, pero se verá obligado a utilizar su opción a veto para proteger a Israel, una acción que puede provocar el enfado de sus aliados árabes, un tanto irascibles ya por la respuesta de Estados Unidos a las revueltas que vive Oriente Medio.
Responsables estadounidenses ya anunciaron públicamente que vetarán la resolución.
Esta situación ha supuesto un nuevo contratiempo en la promesa estadounidense de crear un Estado palestino este año, que ya se vio alterada cuando las negociaciones entre Israel y los palestinos fracasaron en 2010 después de que expirara una moratoria sobre la construcción de colonias por parte de Jerusalén.
Con la intención de reconfortar a los palestinos, Estados Unidos ofreció firmar un comunicado no vinculante del Consejo de Seguridad condenando la edificación de los asentamientos, lo que provocó el rechazo de los legisladores estadounidenses que apoyan a Israel.
Washington utiliza tradicionalmente su poder de veto en la ONU para proteger al Estado hebreo, argumentando que el foro de la organización internacional no es el lugar adecuado para impulsar un proceso de paz.
La Casa Blanca asegura que considera la construcción de nuevas colonias israelíes en territorio reclamado por los palestinos como una medida contraproducente para llegar a la paz.
Sin embargo, nunca se ha referido a los asentamientos como "ilegales", alegando que esta sentencia es peligrosa y que podría tener posibles consecuencias legales y perjudicar todavía más la decisión final en un eventual acuerdo de paz.
Los palestinos se sienten frustrados de que Washington no haya hecho más para frenar la construcción de colonias judías que, según ellos, alteran la realidad del terreno que reclaman como parte de su futuro Estado.