CARACAS.- El gobierno venezolano y sus aliados en el bloque regional ALBA exhortaron el sábado al secretario general de la Organización de Estados Americanos, José Miguel Insulza, a “cesar sus ataques” y dejar de interferir en los asuntos internos de Venezuela.
La declaración del bloque es una respuesta a declaraciones de Insulza sobre una huelga de hambre de estudiantes venezolanos que exigen revisar presuntas violaciones a los derechos humanos en su país.
“Exigimos al secretario general de la OEA que cese sus ataques al gobierno venezolano y respete la institucionalidad democrática de Venezuela”, dijo un comunicado de los gobiernos que integran la Alianza Bolivariana para los Pueblos de América.
El bloque —que integran Venezuela, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Dominica, Antigua y Barbuda y San Vicente y las Granadinas— agregó que rechaza “de la manera más firme la conducta reiterada” del chileno “de interferir en los asuntos internos de la República Bolivariana de Venezuela”.
El viernes, el canciller venezolano Nicolás Maduro afirmó que la huelga de hambre de unos 65 jóvenes se resolverá sin el “tutelaje de nadie”, al rechazar una declaración estadounidense sobre el caso, y acusó a Washington de “inmiscuirse” en asuntos internos venezolanos.
También fustigó a Insulza, que dijo “está tergiversando el papel que debe cumplir un coordinador interno”.
“Exhortamos a los demás países miembros de este organismo a reaccionar ante lo que constituye un retroceso peligroso a los tiempos en que la OEA fue instrumento del intervencionismo y el colonialismo”, indicó el ALBA el sábado en un comunicado divulgado en Caracas.
El bloque destacó que la OEA no tiene competencia para convertirse en “un árbitro o un tribunal que dirima asuntos de la vida política interna de un país”.
Un grupo de jóvenes venezolanos acudió a la sede de la OEA en Washington para solicitar a Insulza y los embajadores de los países que integran la organización que incluyan en la sesión del Consejo Permanente el tema de los derechos humanos en Venezuela.
Los organizadores de la protesta informaron a principios de la semana que más de 20 activistas estaban en huelga de hambre frente a las oficinas de la OEA y las embajadas de Chile y Costa Rica en Caracas y en otros ocho estados del país.
Trece jóvenes iniciaron la protesta el 31 de enero y aseguran que solamente beben agua y solución salina para presionar a la OEA a que evalúe el estado de los derechos humanos en el país sudamericano y los casos de los que consideran presos políticos.