MANAMA.- Hoy miércoles continúan en Bahrein las movilizaciones de opositores al rey Hamad bin Isa al-Jalifa, a quien exigen reformas a la monarquía sunita a pesar de la liberación de 23 opositores chiítas.
En Manama, en la Plaza de la Perla -convertida en el epicentro de la revuelta-, los protestantes continúan gritando consignas de unidad como "Todos somos hermanos, sunitas y chiítas" o "No abandonaremos el país".
"¡No nos dejaremos humillar!", decía una mujer, un día después de una movilización multitudinaria en el centro de la capital en memoria de siete manifestantes chiítas muertos en la represión que marcó el arranque de la revuelta, el 14 de febrero.
Tras los disturbios de ayer, las fuerzas de seguridad dejaron el centro de la ciudad y no había ningún policía visible este miércoles, un signo de la voluntad de apaciguamiento de las autoridades con la oposición.
La liberación de 23 activistas chiítas, acusados de crímenes "terroristas", indultados por el rey, es una respuesta según el monarca, al llamamiento de clemencia de los manifestantes el lunes.
"Ahora que todo el mundo pudo dar su opinión, nosotros creemos que las plazas públicas no son el mejor lugar para que la gente se exprese", dijo el rey en una declaración difundida por la agencia oficial "BNA".
"Lo que es justo es sentarse a la mesa de diálogo nacional, como propuso el príncipe heredero, con mi apoyo", añadió en referencia a los esfuerzos del príncipe Salman Ben Hamad Al Jalifa para abrir negociaciones con la oposición.
El rey Hamad ben Isa Al Jalifa viajó este miércoles a Arabia Saudita, donde su homólogo Abdullah bin Abdul-Aziz, anunció una serie de medidas sociales que beneficiarán sobre todo a funcionarios, estudiantes y obtención de créditos, con motivo de su regreso al país tras tres meses de ausencia por enfermedad.