ANKARA.- El hijo del cuestionado líder libio, Moammar Jaddafi, Seif al Islam Jaddafi, indicó hoy viernes que su familia piensa "vivir y morir" en su país pase lo que pase.
En entrevista con el canal "CNN-Türk" sobre una posible fuga de su familia si triunfan los insurrectos, fue tajante: "Nuestro primer plan es vivir y morir en Libia. Nuestro plan alternativo es vivir y morir en Libia".
El hijo de Moammar Jaddafi reconoció que los partidarios del líder ya no controlaban la parte oriental de Libia, pero aseguró que lo recuperarían.
"Hay más de dos millones de habitantes en esa zona y los terroristas son 200 ó 300, como máximo. El pueblo nos llama (...) No podemos permitir que un puñado de terroristas controle una parte de Libia y de su población", estimó.
Según Seif al Islam, las ciudades de Al Baida y Derna están en manos de "terroristas" que instauraron "dos emiratos islámicos, unos Estados títeres", mientras que en Benghazi reina un "caos total".
En la parte occidental de Libia, el régimen encuentra resistencia en Musratha, la tercera ciudad del país, 150 kilómetros al este de Trípoli y Zawiyah, reconoció el hijo de Jaddafi.
Los insurrectos, "poco numerosos" en dichas ciudades, "robaron tanques del Ejército, tienen armas, ametralladoras y municiones", afirmó, indicando que habían intentado apoderarse del aeropuerto de Musratha, "pero fueron repelidos".
"Controlamos el sur y el centro (del país). No hay problema (...) Trípoli y sus alrededores están tranquilos. Si quieren, pueden ir a pasear" por esa zona, aseguró.
Seif al Islam desmintió que mercenarios africanos estén ayudando al régimen de su padre. "Oímos eso en un solo canal de televisión, 'Al Jazeera'. Todas las mentiras vienen de esa cadena", afirmó, añadiendo que los medios de comunicación internacionales podían viajar a Libia para observarlo directamente.
El hijo del cuestionado líder libio evaluó el número de muertos en su país desde el inicuo de la rebelión popular en 242 y negó que la Fuerza Aérea haya atacado a la población.
Según él, las manifestaciones pacíficas y las reivindicaciones políticas "son aceptables", pero la acción de "grupos armados" es ilegítima, descartando de paso una posible destrucción de las infraestructuras petroleras del país si la rebelión gana terreno.