RÍO DE JANEIRO.- Miles de cariocas se tomaron las calles de Río de Janeiro este final de semana para bailar detrás de orquestas y comparsas cuando aún falta una semana para el inicio oficial de uno de los carnavales más animados del mundo y de una fiesta que promete paralizar no apenas esta ciudad sino todo Brasil.
El trasnocho del viernes no impidió que al menos tres mil personas participaran muy temprano en la mañana de hoy sábado en el desfile del "Ceu na Terra", una de los 102 "blocos" o comparsas que animarán las calles de Río de Janeiro durante las fiestas del Carnaval de este año.
El "Ceu na Terra" fue el primer bloco en desfilar este sábado, pero la programación de precarnaval tiene previstas la presentación de decenas de comparsas en diferentes barrios, muchas de las cuales apenas comenzarán a marchar al final de la tarde, cuando recogerán a los bañistas en las playas.
La orquesta de esta animada comparsa se tomó la Río Branco, principal avenida del centro de Río de Janeiro, en un desfile que comenzó al final de la tarde frente a las escalinatas de la iglesia de la Candelaria y terminó a la medianoche en las escalinatas de la plaza de la Cinelandia.
Además de los blocos, orquestas y bandas callejeras esparcidas por diferentes barrios de la ciudad, la animación de este final de semana también está garantizada por los últimos ensayos de las "escuelas de samba,” que ultiman las presentaciones que realizarán en el Sambódromo y en donde disputarán el título de mejor gremio recreativo en el Carnaval de este año.
Las "escuelas de samba", de diferentes categorías y tamaños, nacieron también como blocos y fueron creciendo hasta convertirse en gigantescos gremios recreativos cuyos desfiles cuentan con hasta 6.000 músicos y bailarines.
Pese a la alegría con que los cariocas comenzaron a prepararse para las fiestas de la próxima semana, al menos 72 que se excedieron en la cerveza en las fiestas de anoche sufrieron un baño de agua fría al ser detenidas por la policía por orinar en la calle, una práctica que las autoridades de Río de Janeiro están empeñadas en abolir desde hace dos años.
Los detenidos alegan que las casetas de plástico que funcionan como baño público y que las autoridades de Río de Janeiro instalan en todos los locales en que desfilan las comparsas no son suficientes para abastecer la necesidad de las miles de personas que disfrutan de una fiesta regada con mucha cerveza y agua.