El móvil del atentado en Francfort contra soldados de EE.UU. fue Afganistán

BERLÍN.- El joven de origen kosovar que este miércoles mató a dos soldados estadounidenses e hirió de gravedad a otros dos en el aeropuerto alemán de Fráncfort cometió el crimen como "venganza" por la actuación de las fuerzas de EE.UU. en Afganistán.

Así lo afirmó hoy el fiscal federal alemán, Rainer Griesbaum, en rueda de prensa, en la que subrayó que el joven, Arid Uka, de 21 años de edad, actuó en solitario, sin contacto alguno con organizaciones islamistas.

Añadió que el detenido, que trabajaba en el aeropuerto y confesó los hechos, decidió cometer el crimen al ver la llegada del grupo de soldados estadounidenses y tras preguntar a uno de ellos si se dirigían a Afganistán, lo que le confirmó el militar.

El joven de 21 años será acusado por lesiones graves, intento de asesinato y asesinato doble. Hasta el miércoles, la policía alemana no lo tenía registrado como peligroso islamista.

Tras las primeras investigaciones, la fiscalía constató que el ataque "tuvo un trasfondo islamista". No en vano, antes de atacar a sus víctimas, el agresor gritó varias veces 'Allah Akbar' (Dios es grande)".

Según confesó el atacante, fue un video sobre las presuntas atrocidades cometidas por soldados estadounidenses en Afganistán lo que le motivó a cometer los asesinatos. "El joven quería matar explícitamente a soldados estadounidenses", aseguró Griesbaum.

Los asesinados y heridos pertenecían a la policía militar de la Fuerza Aérea y viajaban en un autobús desde la terminal 2 del aeropuerto hasta la base militar de Ramstein con posterior destino a Afganistán o a Irak. Habían llegado al aeropuerto de Fráncfort en un vuelo regular procedente de Londres.

En el video colgado en Internet aparecían varios soldados estadounidenses saqueando una casa y violando a una niña en Afganistán. El agresor confesó que tras ver las imágenes, no pudo dormir en toda la noche y decidió hacer algo para evitar que volviera a repetirse. El joven acusó además a los soldados de hablar de forma grosera sobre el pueblo afgano.

Griesbaum recalcó que las declaraciones de Uka demuestran el poderoso efecto que puede tener la propaganda islamista en la red, sobre todo en jóvenes radicalizados. Por ello, llamó a intensificar la lucha contra ese tipo de mensajes en Internet.

El autor de los disparos compró el arma de fuego hace meses sin un objetivo determinado y no se decidió a usarla hasta ver el vídeo. Sólo un desperfecto en la pistola, cuya carga se trabó, impidió una matanza mayor, confirmó Griesbaum.

El fiscal alemán recalcó que de momento no existe ningún indicio de que el joven pertenezca a una organización terrorista y todo apunta a que actuó por su cuenta.