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Santiago: Jueves 21 de noviembre del 2024 | Actualizado 11:53
20.000 bailarines y 6.000 músicos bolivianos participan de esta ancestral celebración, reconocida como ''obra maestra'' de la humanidad.
EFEORURO.- La mayor fiesta folclórica de Bolivia, el carnaval de Oruro, “obra maestra del patrimonio oral e intangible de la humanidad” según la Unesco, comenzó este sábado con la participación de 20.000 bailarines y otros miles de turistas, en una atractiva muestra de religiosidad y paganismo.
La fiesta, que congrega a 48 séquitos de bailarines y 6.000 músicos, reúne coreografías de 19 danzas, entre ellas la célebre 'Diablada' que resume el sincretismo entre catolicismo y paganismo enraizado en Bolivia después de la conquista española de América en 1492.
El carnaval folclórico, que se desarrolla en la ciudad minera de Oruro, a 3.700 km de altitud, pasó a partir de 2008 a formar parte de la lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Durante el evento, se celebran los 'Caporales', un vistoso baile inspirado en ritmos folclóricos con aires afro y ágiles saltos de una tropa de jóvenes, que, látigo y sombrero en mano, evoca a los capataces en las plantaciones agrícolas.
Miles de personas, unas 350.000 este año, entre ellas centenas de turistas principalmente de Europa y Estados Unidos, siguen bajo fuerte sol y cielo azul las incidencias de los 6 km de recorrido del carnaval de Oruro, una empobrecida región minera.
El presidente Evo Morales, oriundo de Oruro, había anunciado su participación en el baile, que le hace evocar su antiguo oficio de músico de banda, pero finalmente estuvo ausente por el fallecimiento del general Germán Valenzuela, subcomandante de la fuerza aérea.
"Estaba previsto definitivamente que el presidente pueda asistir unas horas a la entrada del carnaval pero, a razón de esta triste noticia, de este infausto fallecimiento de uno de los más importantes jefes militares, el presidente tomó la determinación de no estar en la entrada de Oruro", dijo el ministro de Comunicación, Iván Canelas.
La tradición señala que cada danzarín debe participar al menos tres años seguidos en el desfile para reafirmar su fe católica y recibir las bendiciones de la 'Mamita del Socavón', como identifican a la Virgen.
Las comparsas folclóricas se sucederán durante aproximadamente 20 horas y durarán hasta la madrugada del domingo.
