KABUL.- El Presidente afgano, Hamid Karzai, reconoció hoy martes que las mujeres de su país continúan "oprimidas", pese a la presencia de las tropas internacionales en el país, y defendió sus planes de asumir el mando de los refugios femeninos en el país.
"La violencia contra las mujeres continúa en Afganistán. Las mujeres todavía están oprimidas. Si alguien lo niega, miente", afirmó durante una intervención en el céntrico instituto Amani de Kabul con motivo del Día Internacional de la Mujer.
El Presidente afirmó que se han producido "avances" desde la caída del régimen talibán, en el año 2001, gracias en parte a la cooperación del "pueblo afgano, la sociedad tradicional, los líderes tribales y las autoridades del islam".
Durante su intervención, Karzai también se refirió a los planes de su Gobierno de poner bajo su responsabilidad los 14 refugios que albergaban hasta ahora a mujeres afganas que huían de asesinatos o matrimonios forzosos, bajo el cuidado de las ONG y de activistas.
"Nunca cerramos refugios para mujeres. Lo que pasa es que Afganistán tiene ahora capacidad y dinero para gestionarlos, y queremos hacerlo con nuestro propio dinero", se justificó el Presidente afgano.
Varias organizaciones de ayuda habían alertado de que el plan del Gobierno pondría en peligro el anonimato de las mujeres acogidas, y que los centros podrían llegar a convertirse en "prisiones virtuales".
Afganistán ha registrado avances notables respecto a la situación de la mujer -hay 2,4 millones de afganas escolarizadas, frente a las 5.000 de 2001-, pero las mujeres siguen sufriendo pobreza, falta de oportunidades, violencia e inseguridad.
En otro plano, Karzai aprovechó su intervención para condenar las bajas civiles que causan tanto los talibanes como las tropas desplegadas en el país, aunque rebajó el tono de sus críticas por las últimas víctimas de los bombardeos de la OTAN.
El Presidente llegó a decir este domingo que excusarse por las muertes de civiles "no era suficiente", un día antes de recibir la visita de secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, que continúa hoy en el país.
"Tenemos buenas relaciones con el Gobierno de EE.UU. y ha habido progresos y mejoras en el país, que han traído cambios en la vida afgana. Pero no tenemos seguridad en todo el país", dijo Karzai.
"Tampoco queremos que nuestros vecinos se sientan amenazados por la presencia internacional en Afganistán", agregó.