QUITO.- Un debilitado tsunami generado por un devastador terremoto en Japón provocó el viernes daños mínimos en las costas de Ecuador, con pequeñas inundaciones en las islas Galápagos que afectaron algo de la infraestructura, dijo el presidente Rafael Correa.
El mandatario declaró desde temprano, pocas horas después del sismo de magnitud 8,9 que devastó la costa nororiental de Japón, situación de emergencia para agilizar la evacuación en la costa, incluidas las islas, y suspendió todas las actividades en las áreas susceptibles de afectación.
"Los momentos de mayores riesgos han pasado, los daños han sido mínimos, no hay desgracias personales que lamentar, pero todavía hay que esperar un tiempo para regresar a los hogares para que no haya riesgo o repercusión", dijo Correa a periodistas en la ciudad porteña de Guayaquil.
Las actividades se comenzarán a retomar paulatinamente el sábado en las Islas Galápagos, en donde el efecto fue "básicamente el que se había estimado", según el Instituto Oceanográfico de la Armada del Ecuador (Inocar).
En las islas Santa Cruz e Isabela, las más grandes del archipiélago, el mar ingresó a la costa provocando daños pequeños en edificaciones, embarcaciones y muelles, dijo Correa, quien relató en vivo la llegada del tsunami a las costas de las islas.
La totalidad de la población ya había sido evacuada de las principales islas del archipiélago.
"Galápagos ha sido la provincia más afectada como se esperaba (...) Se normalizarán las actividades turísticas, comerciales y educativas", agregó el mandatario, al señalar que la población podría retornar a sus hogares en una hora más.
Ecuador declaró fuerza mayor en sus exportaciones de crudo como una medida preventiva ante la llegada del fenómeno, uno de los más fuertes terremotos de los cuales se tenga registro en el mundo.
En territorio continental, los informes preliminares daban cuenta de mínimos efectos tras el paso del tsunami, lo que permitiría al Gobierno levantar el estado de emergencia en el país hasta el medio día del sábado.
Las autoridades locales señalaron que no hubo repercusiones en las provincias costeras, pero el Gobierno hará la evaluación de los daños en las próximas horas.
Una alerta de tsunami fue extendida a toda la cuenca del Pacífico -excepto al territorio continental de Estados Unidos y Canadá- e incluyó a países centroamericanos y sudamericanos como Ecuador.
En el país andino se evacuaron a unas 242.600 personas en las provincias costeras, incluidas las Galápagos.
Ante la amenaza del tsunami, temprano Correa suspendió las actividades pesqueras y el tráfico marítimo fue reorientado para no llegar a los puertos. Los buques petroleros que tenían previsto llegar al socio más pequeño de la OPEP fueron desviados a aguas profundas.