NUEVA DELHI.- Once personas han sido quemadas vivas, entre ellas cinco niños y un adolescente, en dos ataques registrados este viernes en el norte de la India, según informaron en las últimas horas distintas fuentes oficiales.
El suceso más grave tuvo lugar en el pueblo de Digahi, situado en el estado indio de Uttar (norte) donde diez personas, entre ellas cinco niños, murieron quemadas después de que un grupo de atacantes prendiera fuego a su casa, según una fuente policial.
Según el director general de Policía Brij Lal, las víctimas pertenecían a dos familias de casta brahmánica -la más alta del sistema hindú- que mantenían una vieja disputa con los agresores, una familia de casta takur por terrenos agrícolas.
"El ataque fue provocado por el asesinato, horas antes, del patriarca takur, Dina Nath Singh,” afirmó Lal en declaraciones citadas por la agencia india IANS.
Aunque la policía arrestó con rapidez a cinco miembros de las familias brahmánicas, supuestamente instigadoras del asesinato, los takures rodearon su casa, la apedrearon y bloquearon todas las salidas antes de prender fuego al recinto.
"Los únicos supervivientes de la familia son aquellos que habían sido detenidos por el asesinato, ya trasladados a una comisaría de policía a 15 kilómetros del lugar,” dijo Lal.
La Policía ha desplegado un numeroso contingente en el pueblo de Digahi, donde cuarenta personas han sido detenidas por su participación en el incendio.
El otro suceso también ocurrió este viernes en la región de Uttar, y afectó a un joven jornalero de 15 años que fue quemado vivo por su empleador, después de que este pensara erróneamente que el trabajador le robaba guisantes.
Sin informar a su patrono, llamado Pradeep Kumar, el chico se apartó a un rincón del huerto en el que trabajaba para descansar un poco, al final de la jornada, en el pueblo de Dhaguakala, según varios testigos.
Kumar pensó que su empleado se marchaba y que le había robado guisantes, así que se dirigió hacia él con sus ayudantes y, tras apalearlo, le prendieron fuego.
El joven tuvo que ser trasladado a un centro de atención primaria por otros campesinos presentes en el lugar, pero su estado era grave y tuvo que ser trasladado a un hospital de distrito.
Los atacantes han huido, según el inspector policial Alok Singh.
Lejos de los pujantes -aunque todavía nacientes- centros de servicios de la India, las zonas rurales del país siguen siendo escenario de conductas casi medievales, con miles de delitos anuales de casta y un campesinado que vive en condiciones infrahumanas.