Desde que comenzaron a convocarse las protestas, la policía puso bajo arresto domiciliario a decenas de disidentes y activistas.
Reuters
BEIJING.- Cientos de policías desplegaron hoy fuertes medidas de seguridad en varias zonas de Beijing y de Shanghai ante las protestas antigubernamentales planeadas por cuarto domingos consecutivos.
Agentes uniformados con perros patrullaron las calles Wangfujing y Xidan, ayudados por paramilitares, oficiales vestidos de paisano, miembros de las unidades especiales, guardias de seguridad y voluntarios.
La policía chequeó la identidad de las personas que accedían a la zona y no se registraron signos de protestas en ninguna de las dos calles.
Según una web opositora con sede en Estados Unidos, también hubo patrullas dentro del campus de la Universidad de Beijing, de donde no se permitió salir a la mayor parte de los estudiantes.
Los organizadores de las protestas pidieron a quienes pretendían acudir que "paseasen" por los lugares elegidos pero que no gritasen consignas ni portasen pancartas o se identificasen como manifestantes.
La policía también rodeó un cine de Shanghai donde el domingo pasado se reunieron más de un centenar de personas, aunque hoy no se pudo apreciar la presencia de manifestantes, según relató un testigo.
Desde que comenzaron a convocarse las protestas, la policía puso bajo arresto domiciliario a decenas de disidentes y activistas. Al menos 20 personas fueron acusadas de subversión u otros crímenes, según defensores de los derechos humanos chinos. Y muchos corresponsales extranjeros fueron además detenidos y se les impidió informar sobre las protestas previstas.