BRUSELAS.- Los ministros de Exteriores de la Unión Europea (UE) estudiarán mañana en Bruselas el papel que el bloque puede desempeñar en Libia y aprobarán ampliar las sanciones diplomáticas y económicas contra el régimen de Moammar Jaddafi.
Mientras varios Estados miembros participan ya a título individual en los bombardeos sobre territorio de Libia, la UE se dispone a analizar cómo apoyará las operaciones internacionales en ese país, dentro del marco de la resolución aprobada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
A priori, y dado el rechazo de países como Alemania a una intervención armada, los veintisiete miembros de la UE optarán por otra clase de acciones.
"El tipo de opción en la que nos estamos centrando tiene que ver con la asistencia humanitaria en términos amplios y la necesidad de ayudar a los refugiados en las fronteras", señalaba hace dos días un alto funcionario europeo.
Según explicó, los ministros decidirán una acción "a la medida" de las necesidades, teniendo en cuenta todas las implicaciones "políticas, militares y humanitarias" y las medidas de otras organizaciones, como por ejemplo la OTAN.
Francia y Reino Unido se han distinguido hasta ahora como los grandes defensores del uso de la fuerza para detener a Jaddafi en su lucha contra los rebeldes que controlan Bengasi y otras áreas de Libia.
Los dos países, de hecho, lideran junto a Estados Unidos la coalición internacional que ha iniciado los ataques aéreos para imponer una zona de exclusión aérea, en concordancia con la resolución del Consejo de Seguridad.
Dentro de la UE cuentan con el apoyo explícito de otros socios como España, Italia, Bélgica, Holanda y Dinamarca, varios de los cuales han puesto medios militares a disposición de la operación "Odisea del amanecer" contra Jaddafi.