SANÁ.- A 80 se elevó el número de personas que perdieron la vida en una explosión en una fábrica de municiones en Yemen después de que un grupo de islamistas la saqueara, informó el canal de noticias "Al Arabiya".
Fuentes médicas hablaron de 34 muertos, entre ellos tres niños, mientras medios locales informaron de entre 50 y 70 fallecidos y 150 heridos.
Las fuerzas de seguridad responsabilizaron a milicianos de Al Qaeda en la península Arábiga (AQAP) de la explosión.
Los extremistas aprovecharon las revueltas populares contra el presidente Ali Abdullah Saleh para ampliar su influencia en el país, según medios yemeníes. Expertos estadounidenses en terrorismo llevan meses advirtiendo de un escenario así.
En la provincia de Marib, supuestos milicianos de la red terrorista mataron a siete miembros de las fuerzas de seguridad el fin de semana, mientras los rebeldes chiitas Houthi en Saada, en el norte, nombraron por su cuenta a un nuevo goobernador.
La web de noticias Marib Press informó que la explosión se produjo cuando residentes de la zona se acercaron al recinto de la fábrica en la localidad de Al Hisn, después de que los yihadistas se marcharan. La munición para balas, que estaba almacenada en las instalaciones de la planta, se incendió.
Según Marib Press, los extremistas no lograron sin embargo tomar una fábrica de cemento en Abjan. Allí los insurgentes fueron detenidos por miembros de las tribus locales. Sí lograron, en cambio, penetrar en una villa del Presidente y en la emisora local de radio.
Mientras tanto, la asociación de manifestantes que se hizo llamar Alianza de la Revolución de los Jóvenes exigió a Estados Unidos y la Unión Europea que adopten una posición sobre los sucesos en Yemen y que apoye las exigencias de dimisión del Mandatario.