TEL AVIV.- El Ejército israelí aseguró hoy jueves que la milicia chií Hezbollah reforzó su presencia en el sur de El Líbano.
"La organización terrorista Hezbollah se ha esparcido en al menos 1.000 instalaciones en el sur del Líbano, localizadas en 270 aldeas civiles", indica en un comunicado.
Las Fuerzas Armadas de Israel estiman que la organización continúa adquiriendo munición y poder, apoyada por Siria e Irán, que suministran armas de contrabando, lo que incluye armamento que puede alcanzar importantes ciudades en Israel, como Tel Aviv.
De acuerdo a los datos de la inteligencia militar israelí, desde el fin de la guerra que enfrentó a Israel y la milicia chií en El Líbano en 2006, Hezbollah ha construido al menos 550 búnkers en el sur del país vecino donde almacena varios tipos de armas.
Además, sostiene que la organización ha levantado 300 complejos subterráneos y 100 instalaciones para almacenar munición como cohetes, misiles y otro tipo de armas.
"Muchos de estos centros terroristas están situados cerca de hospitales, casas privadas y escuelas, la manera que Hizbulá aprovecha para sacar partido de la población civil en El Líbano", afirma el Ejército israelí.
La Comandancia Norte del Ejército israelí manifiesta que Hezbollah ha doblado el número de sus milicianos desde que concluyó el enfrentamiento bélico y calcula que cuenta en la actualidad con un arsenal de más de 40.000 cohetes.
Menciona en la nota que uno de los principales almacenes de armas está en la aldea de Al- Khiyam, en el sur libanés, donde operan más de un centenar de miembros de la milicia, incluidas fuerzas especiales capacitadas para combatir contra soldados israelíes.
Israel asegura que la milicia chií trata de "distorsionar el equilibrio de poder en El Líbano" y regresar a una plena actividad en el sur del país similar a la que precedió a la guerra de 2006.
"Todos estos actos suponen una violación directas de la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, del 12 de agosto de 2006", que puso fin a la guerra de 34 días del verano de 2006 en la que murieron más de 1.200 libaneses, en su mayoría civiles, y 164 israelíes, la mayor parte militares.